El MrQ defiende con confianza el mensaje de ‘del jackpot a la porquería’ como una forma de destacarse en una industria ‘santificada’


MrQ redobla su apues­ta por el relan­za­mien­to de su mar­ca al con­ver­tirse en “El casi­no que amas odi­ar”. La reciente cam­paña OOH fue rec­haz­a­da por Nation­al Rail bajo la regla 16.3.9 de CAP (dureza).

La nue­va pub­li­ci­dad OOH ha lev­an­ta­do algu­nas cejas, exac­ta­mente lo que MrQ bus­ca­ba. El equipo detrás del rebrand­ing cree que los men­sajes de juego respon­s­able no deben ser estériles o exce­si­va­mente seguros; deben ser com­ple­ta­mente humanos. Aho­ra, MrQ responde a algu­nas de las críti­cas, inclu­i­do el rec­ha­zo de North­ern Rail a la cam­paña. La empre­sa no coin­cide con la inter­pretación de que la nue­va ima­gen pre­sen­ta el juego en un con­tex­to de dureza, resilien­cia o impru­den­cia.

En cam­bio, el relan­za­mien­to se dis­tingue por desafi­ar las nor­mas de la pub­li­ci­dad estéril den­tro de la indus­tria del juego, mien­tras la com­pañía se mues­tra aún más abier­ta y hon­es­ta con sus jugadores. El relan­za­mien­to y sus nuevos esló­ganes refle­jan expe­ri­en­cias reales de los usuar­ios. MrQ no ocul­ta que los jugadores no ganarán en cada giro, sino que enfa­ti­za que esta es la real­i­dad del juego.

“Esto no es una provo­cación de dureza, sino un refle­jo de real­is­mo”.

El rebrand­ing de MrQ ha recibido críti­cas tras lan­zar var­ios nuevos esló­ganes, incluyen­do “De Jack­pot a una mierd*”, “¿Solo quieres jugar si vas a ganar? Madu­ra. Solo para may­ores de 18 años.” y “¿Quieres ganar siem­pre? Jue­ga a una máquina expende­do­ra.”

Adam Ryan, Direc­tor de Mar­ket­ing de MrQ, comen­tó: “Las eje­cu­ciones cre­ati­vas desalien­tan acti­va­mente el juego irre­spon­s­able y soca­van expec­ta­ti­vas irreales, en línea con lo que la regla 16.3.9 bus­ca pre­venir. MrQ cree en ser abier­to y hon­esto con sus jugadores, y en con­stru­ir con­fi­an­za en la relación, no en escon­der­se detrás de descar­gos cor­po­ra­tivos genéri­cos”.

La cam­paña OOH cap­tura el espíritu desafi­ante de MrQ, dis­eña­da para entreten­er a los jugadores don­d­e­quiera que encuen­tren la mar­ca. El tono de MrQ sigue sien­do irrev­er­ente, inteligente, úni­co y siem­pre humano, pero aho­ra viene con una may­or con­fi­an­za cre­ati­va den­tro de un uni­ver­so dis­tin­ti­vo en la indus­tria del iGam­ing.

La com­pañía expli­ca que el relan­za­mien­to de MrQ como “El casi­no que amas odi­ar” es un refle­jo de real­is­mo y auto­con­cien­cia. Es un reconocimien­to hon­esto de que jugar no siem­pre es una expe­ri­en­cia pos­i­ti­va, y que el juego salud­able impli­ca com­pren­der tan­to los altos como los bajos.

La respues­ta de Adam Ryan a las críti­cas sobre los nuevos esló­ganes:

“¿Solo quieres jugar si vas a ganar? Madu­ra. Solo para may­ores de 18 años.”
No se tra­ta de dureza; se tra­ta de respon­s­abil­i­dad. El “Madu­ra” es un recorda­to­rio direc­to de que el juego es para adul­tos que entien­den que perder for­ma parte de la expe­ri­en­cia. Refuerza el men­saje para may­ores de 18 años y la expec­ta­ti­va de juego respon­s­able.

“¿Quieres ganar siem­pre? Jue­ga a una máquina expende­do­ra.”
Esta frase desmi­ti­fi­ca el juego al com­para­r­lo con una máquina expende­do­ra. Es inten­cional­mente mun­dana, mecáni­ca y pre­deci­ble. Trans­mite la idea con­traria a lo que se ha sug­eri­do: que el juego no se tra­ta de con­trol, dureza o heroís­mo. El juego es azar, y si esperas ganar cada vez, MrQ te está dicien­do que estás en el lugar equiv­o­ca­do.

En últi­ma instan­cia, los nuevos anun­cios de MrQ están sacu­d­i­en­do una indus­tria sat­u­ra­da de los mis­mos men­sajes de siem­pre. Aho­ra, el equipo inten­ta crear algo diver­tido, atrac­ti­vo y que empu­je los límites, todo sin salirse de las nor­mas. MrQ ha abier­to la puer­ta y mar­ca­do el están­dar para un nue­vo esti­lo de comu­ni­cación en la indus­tria del juego.

El relan­za­mien­to de la mar­ca es refres­cante, hon­esto y trans­par­ente al dejar claro a los jugadores que no ganarán cada vez que jueguen, cap­turan­do el tono irrev­er­ente y autén­ti­co que car­ac­ter­i­za a la mar­ca. Los esló­ganes son en cier­to modo con­tro­ver­tidos y logran sobre­salir en una indus­tria de iGam­ing sat­u­ra­da y que se ha vuel­to cautelosa y estéril en los últi­mos años.

Adam con­cluye: “Respeta­mos ple­na­mente el manda­to de CAP y creemos en garan­ti­zar una pub­li­ci­dad respon­s­able en iGam­ing.”

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