
La influencer brasileña Emily Souza fue arrestada en junio después de dos meses prófuga y acusada de promover plataformas de apuestas ilegales y engañar a sus miles de seguidores con anuncios de casinos en línea falsos que prometían ganancias fabulosas, mientras que en su página de Instagram exhibía un estilo de vida lujoso son fotos de ella en París, Tokio, Suiza y resorts del Caribe y las Islas Maldivas.
En agosto, la policía de Rio de Janeiro buscó a 15 influenciadores digitais, entre ellos Bia Miranda con 5,3 millones de seguidores, bajo sospecha de promover ilegalmente juegos de azar on-line, engañar a seguidores con falsas promesas de ganancias fáciles y lavar millones de reales usando empresas fantasma. Incentivaban a sus seguidores a jugar el “Juego del Tigre” (Fortune Tiger), una máquina tragamonedas en línea muy popular pero ilegal en Brasil, donde generalmente los jugadores acceden vía aplicaciones de casinos extranjeros que no tienen licencia brasileña.
En la operación policial llamada “Desfortuna” uno de los influenciadores, MaumauZK, quien es conocido por sus videos de ostentación de lujos, humor y partidas en vivo del videojuego Free Fire, fue preso por posesión ilegal de un arma y tuvo que pagar una fianza de 151.000 reales para salir en libertad. Maumau actúa como embaixador de cassino.bet.br, un site de apuestas deportivas y juegos online autorizado por la Secretaría de Premios y Apuestas (SPA) de Brasil.
Las autoridades lo tienen claro: los malos influencers usan sus millones de seguidores para reclutar a miles de apostadores en sitios no regulados prometiendo ganancias rápidas y aceso a una vida de lujo como ellos exhiben en sus redes sociales. Por este servicio, reciben ingentes cantidades de dinero. En los peores casos, hay fraude directo con sitios fantasmas que nunca pagan premios. Se sospecha que una influencer muy popular recibía una bonificación cuando apostadores perdían siguiendo sus anuncios.
Acuerdo sabio en Argentina
El problema de estas malas influencias no se limita a Brasil. En Argentina, 110 influencers fueron imputados en julio por la justicia por recibir pagos millonarios al promocionar sitios ilegales de apuestas, entre ellos Wanda Nara, una influenciadoras con 17,6 millones de seguidores.

La justicia argentina tomó una decisión sabia: en vez de procesarlos, llegó a un acuerdo con 17 de estos influencers, encabezados por la popular Wanda, para que graben videos aconsejando contra los sites de apuestas que habían anunciado y exhibirlos por 3 días consecutivos a sus seguidores, con un mensaje educativo para los jóvenes advirtiendo contra la ludopatia.
El fallo generó polémica por la levedad de la sanción que busca concientizar a la sociedad argentina sobre los peligros de las apuestas ilegales, especialmente en redes sociales.
De los 110 imputados, 16 influencers ya grabaron el mensaje audiovisual, mientras que 27 firmaron un acta de acuerdo de reparación.
Empresas defienden uso de influencers
Executivos de empresas de juego evidentemente ven como problema grave que influencers promuevan sites ilegales y esquemas fraudulentos. Pero también advierten que restringir o prohibir a los influenciadores, que atraen tantos clientes podría empujar a muchos apostadores al mercado ilegal.
“Los influencers promocionan sitios web ilegales y, por lo tanto, cometen delitos. Hacen falsas promesas de ganancias, lo cual viola la ley, las ordenanzas de la SPA y los principios de publicidad responsable recomendados por la CONAR (Asociación Nacional de Asociaciones Deportivas y Recreativas), y participan en lavado de dinero y ocultación de activos,” afirmó Bruno Geraldini, Country Manager de Futuras Apostas, la empresa detrás de la marca Brazino777 Brasil.
El problema de la publicidad a través de influencers ha cobrado gran importancia en Brasil, especialmente durante los seis años en que las apuestas eran legales, pero no estaban reguladas, dijo Amilton Noble, director ejecutivo de Hebara, que asesora a empresas de lotería y juegos de azar en línea.
Para este experto, falta una mayor supervisión e integración con la policía para frenar la práctica de la publicidad ilegal, ya que las pocas iniciativas policiales deja que los malos influencers sigan como si nada.
Eduardo Ludmer, jefe legal de BetMGM, advirtió sin embargo contra la restricción excesiva de influencers, la mayoría de los cuales trabajan con operadores autorizados. Severas restricciones podrían empoderar al mercado ilegal, que opera sin transparencia ni responsabilidad hacia los jugadores, añadió.
Si bien un problema actual es la dificultad de los apostadores de distinguir entre los sites autorizados y los sites clandestinos, los influencers pueden tener un papel clave en campañas que ayuden a destacar el mercado regulado frente al ilegal.
Dificil distinguir
Según el Instituto Brasileño de Juego Responsable (IBJR), el 78% de los brasileños tiene problemas para diferenciar los sitios legales de los ilegales, que siguen controlando 51% del mercado de apuestas de quota fija en Brasil.
La comisión parlamentar del Senado que investiga irregularidades en el boom de las apuestas deportivas en línea en Brasil, conocido como la “CPI das Bets,” amplió su investigación en mayo para cuestionar influencers y celebridades relacionados al juego, entre ellos Virginia Fonseca, que tiene 52.5 millones de seguidores en Instagram, el doble de Madonna!
Fonseca negó alegaciones en medios de prensa de que ella había recibido grandes anticipos y comisiones de hasta R$50 millones de reales ($9 millones de dólares) vinculados a las pérdidas de los apostadores, o sea cuantas más personas perdían, más ganaba ella.
La comisión no llegó a ninguna conclusión. Un miembro, el Senador Cleitinho Azevedo, incluso se sacó un video selfie con la popular influencer durante la audiencia, demostrando apoyo por ella. El video se volvió viral en las redes sociales.