
Si no bastaba el aumento en junio de la tasa impositiva sobre los ingresos del sector de juegos de azar, el gobierno aún estudia aplicar impuestos retroactivos a las empresas de apuestas por sus operaciones durante el prolongado período previo a la regulación que entró en vigor el 1 de enero.
El Ministro de Hacienda Fernando Haddad defendió el martes ante una comisión del Senado la medida provisoria que aumenta el impuesto a los ingresos brutos del juego GGR) de los operadores del 12% al 18%, lo que supone un aumento del 50%. Dijo que el gobierno identificó lo que denominó “ingresos extremadamente altos” provenientes de las casas de apuestas, lo que justifica el aumento a 18%.
Y luego destacó que el sector de apuestas operó sin impuestos en Brasil entre 2019 y 2022, el llamado período “gris” cuando las apuestas en línea habían sido legalizados en 2018 pero el mercado aún no estaba regulado.
El ministerio, que creó un grupo de trabajo llamado GTI-Bets para monitorea a los operadores de apuestas, busca generar ingresos fiscales para reducir su déficit y trató inicialmente mediante el aumento de la tasa de impuestos a las transacciones financieras (IOF) pero fue bloqueado por presión de los políticos en en Congreso.
Entonces, el gobierno centró su atención en el exitoso sector de juegos de azar para cubrir el déficit.
Tributos retroactivos
En marzo, el secretario especial de la Receita Federal, Robinson Barreirinhas, declaró ante la comisión parlamentaria que investigaba al sector de apuestas deportivas que las empresas “deben tributar retroactivamente” y que el gobierno podría cobrar los impuestos que los operadores deberían haber pagado durante el mercado gris pre-regulación.
Según un estimado publicado en el portal Metrópoles, los impuestos retroactivos que el gobierno podría recaudar del sector de juegos llegarían hasta 12.600 millones de reales (unos 2.300 millones de dólares). Centenares de casas de apuestas que operaban antes de la regulación podrían estar en la mira del gobierno.
Estos planes, así como la creación de GTI-Bets, causó alarma e incertidumbre entre los operadores, especialmente aquellos que habían invertido fuertemente para posicionarse y ganar reconocimiento de marca antes de la regulación.

Abogados expertos afirman que aplicar impuestos retroactivos sin una ley previa es ilegal y un abuso de poder por parte del gobierno.
Se ha especulado incluso que el gobierno considera un programa de “regularización voluntaria” que traería una opción de pago en cuotas y condiciones favorables para evitar multas y sanciones futuras, aunque esto no se ha confirmado.
Una definición dependerá de eventuales cambios legales, decisiones de la Corte Suprema (STF) y negociaciones entre empresas y las instituciones fiscales, el Ministerio de Hacienda y la Secretaría de Premios y Apuestas (SPA) que regula el sector.
La medida provisional MP 1.303/2025 que eleva el impuesto al GGR de 12% al 18% entró en vigor inmediatamente tras su publicación en junio, aunque requiere la aprobación tanto del Senado como de la Cámara de Diputados para volverse permanente.
Este aumento eleva la carga total sobre los operadores a alrededor del 50 %. Executivos del sector alegan que esto es una tasa excesiva que podría hacer inviables las operaciones con licencia y, pero, va a favorecer al mercado ilegal.
El Instituto Brasileño de Juego Responsable (IBJR) advirtió los operadores ilegales podrían aumentar del 50% al 60% su cuota de mercado.