
La legalización de casinos físicos tiene el potencial de atraer grandes inversiones en el desarrollo de resorts hoteleros con casinos, una actividad prohibida desde 1946.
Las estimaciones oscilan entre $18,000 millones de dólares en cinco años hasta $70,000 millones de dólares, dependiendo del alcance de los proyectos y la infraestructura turística incluida.
Además, se proyecta una gran generación de empleos, más de un millón en varios años, y un impacto notable en la recaudación fiscal que el gobierno ha perdido con la prohibición vigente.
El proyecto de ley 2.234/22, ya aprobado en la Cámara y en comisiones del Senado, está en tramite en la cámara alta donde aguarda la decisión del su presidente para pautar la votación en el plenario. Si es aprovado como se espera, se enviará al Presidente Lula para su firma. El gobierno ansioso de obtener mayores recursos para subsanar su déficit fiscal, favorece la sanción de esta ley.
La abultada cifra de $70,000 millones de dólares de inversiones potenciales fue anunciado por la Federación de Hoteles, Restaurantes y Bares del Estado de São Paulo (Fhoresp), que sostiene que la legalización podría crear 10.000 empleos, considerando la construcción de infraestructuras, capacitación laboral y promoción turística, y recaudar R$ 20.000 millones de reales ($3.700 millones de dólares) en impuestos para el fisco.
Otros expertos en la industria del juego consideran estos números exagerados.
“Elevados”, fue la opinión del presidente del Instituto Brasileiro Jogo Legal (IJL), Magnho José.

Según el Senator Irajá Abreu, principal apoyador del proyecto de ley en el Senado, la legalización de los casinos físicos, junto con los bingos y juegos de azar también incluidos en la propuesta, podría atraer inversiones superiores a los R$ 100.000 millones de reales en un período de cinco años (equivalente a más de $18.400 millones de dólares), y generar más de 1,2 millones de empleos directos e indirectos en la construcción y servicios.
En cuanto a recaudación tributaria, ya en 2016 el entonces Ministro de Turismo proyectó que los casinos legalizados podrían aportar hasta R$ 20.000 millones de reales al año en ingresos fiscales nuevos.
FALTA DE QUORUM
Se había esperado que la votación de la ley de casinos se realizaría antes del receso del Congreso en julio, pero el presidente del Senado, Davi Alcolumbre, retiró la votación de la agenda debido a la baja asistencia al plenario, causando incertidumbre sobre su aprobación que enfrenta oposición de grupos religiosos contrarios al juego y con influencia en el ámbito político.
El gigante sudamericano formalmente legalizó las apuestas deportivas online con gran alarde a principios de este año, y parecía que el juego de casinos físicos estaba a punto de seguirle.
Según la propuesta, que fue aprobada en comisión del Senado en junio del año pasado, solo las empresas con sede en Brasil podrán abrir casinos y operar juegos de azar minoristas, y estarán permitidas en lugares previamente autorizados por el gobierno.
El proyecto de ley establece normas específicas para los distintos tipos de juego. El texto en discusión autoriza la instalación de casinos en centros turísticos o complejos integrados de ocio, como resorts y hoteles de alta gama, o en buques marítimos (limitados a diez en el país) y fluviales de al menos 50 habitaciones.

Por regla general, cada estado y el Distrito Federal (Brasília) podría tener un casino. Hay excepciones en función del tamaño de la población y ciudades más grandes podrían tener un casino por cada 150.000 habitantes, o sea São Paulo podría tener hasta tres, mientras que Minas Gerais, Río de Janeiro, Amazonas y Pará serían autorizados a tener hasta dos casinos.
Otros países han tenido mucho éxito con casinos como multiplicador del turismo. Macao y Singapur muestran cómo un polo de resorts eleva notoriedad global y concentra oferta de alto valor (retail, gastronomía, espectáculos).
En Singapur, los casinos dentro de resorts integrados son el motor del crecimiento: la categoría llamada “Sightseeing, Entertainment & Gaming” lideró el crecimiento de gasto turístico en 2024 (+25% interanual), con +10% en ingresos totales.
En Macao, la liberalización en 2002 hizo disparar los ingresos del gaming. Desde 2008, el juego llegó a aportar un 60% del PIB, con una enorme atracción de visitantes chinos en cuyo país el juego es prohibido.
EL mercado més maduro y diversificado es Las Vegas, claro. En 2024, el turismo generó $55.100 millones de dólares de gasto directo y $87.700 millones de dólares de impacto total, contando espectáculos, deportes, y eventos (MICE).
Brasil es un país que atrae mucho turismo pero tiene condiciones ideales para mucho más, y los casino resorts prometen maximizar ese potencial.