
La reforma de la Ley Federal de Juegos y Sorteos, respaldada por la Asociación de Permisionarios y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juegos de Apuesta (AIEJA), representa una oportunidad histórica para modernizar un sector clave de la economía mexicana. Esta iniciativa aborda problemas cruciales como la competencia ilegal, promoviendo la transparencia, la inversión y el turismo.
Según un informe de Solo Azar, la Ley Federal de Juegos y Sorteos lleva más de 70 años sin modificaciones significativas, lo que ha creado grandes vacíos en la industria del iGaming en México.
Desde 1997, se han intentado 14 reformas a la ley sin éxito, dejando la regulación completamente desactualizada y sin considerar el crecimiento de los juegos en línea ni los avances tecnológicos en el sector.
Como resultado de este retraso, alrededor del 60% de los sitios de apuestas en línea operan fuera del marco legal en México, mientras que solo el 40% (aproximadamente 81 sitios) cumplen con las regulaciones vigentes. Esta situación ha generado un vacío de control que requiere atención urgente.
El ajuste de la ley ha contado con el apoyo del gobierno federal, que lidera el esfuerzo para actualizar la normativa. Una ley moderna no solo busca poner orden en el sector, sino también generar importantes ingresos para sectores clave, como el turismo.
Una de las principales metas de esta reforma es ofrecer certeza fiscal y un entorno de equidad para todos los operadores en México. Al establecer condiciones claras e impositivas, se pretende crear un terreno más transparente y competitivo.
Actualmente, la industria del juego en México emplea a 60,000 personas en 30 estados y genera aproximadamente 646 millones de dólares en impuestos.