Fabián García Saettone lleva más de 18 años siendo el Gerente de Apuestas Deportivas para la Banca de Quinielas de Montevideo. Desde su perspectiva podemos entender como es el mercado uruguayo, uno de los pocos mercados en latinoamérica donde los jugadores solo pueden apostar, legalmente, vía los sitios online y físicos locales.
Uruguay por ahora no permite el ingreso de operadores internacionales, aunque eso pueda cambiar en el futuro con varias discusiones que se están teniendo a nivel político.
En una entrevista con Fabián García Saettone nos enfocamos en como es el jugador uruguayo, cuales son las claves de los operadores locales y hacia dónde va el mercado uruguayo, un mercado con una larga tradición de juego.
IGF: ¿Cuáles son las claves para ofrecer un producto de sports betting local en Uruguay? ¿A falta de competencia de sitios internacionales, como se cuida un producto local?
FG: Nuestra principal fortaleza reside en nuestra presencia durante los últimos 18 años, creciendo de la mano con la evolución de las apuestas deportivas a nivel mundial, lo que nos proporciona un conocimiento profundo del juego online. Aunque comenzamos a operar las apuestas deportivas en 2005, obtuvimos la autorización en 2002, y durante esos tres años iniciales nos dedicamos intensamente a la investigación, sumergiéndonos en el mundo de las apuestas deportivas. Realizamos múltiples visitas a los países nórdicos, reconocidos por su avanzada perspectiva en estos temas. El ser miembro de la Asociación Mundial de Loterías (WLA) nos permitió realizar un exhaustivo benchmarking con líderes del mercado regulado.
Ante la presencia de operadores internacionales sin licencia que intentan ingresar en mercados regulados, implementamos diversas medidas para limitar su acceso. Desde nuestra perspectiva, la estrategia más efectiva es ofrecer un producto legal competitivo con los atributos demandados por el mercado, anticipándonos mediante el benchmarking con mercados más maduros. Por esta razón, hemos aumentado el pay out al límite superior según la carga tributaria que enfrentamos. Ofrecemos apuestas simples, cash out, streaming, juegos deportivos virtuales, pencas y otros atributos que han resultado en un servicio altamente valorado, según reveló nuestra última encuesta de satisfacción con una muestra de más de 2000 clientes.
IGF: ¿Cómo definiría el jugador de apuestas deportivas uruguayo? ¿Qué productos le gusta apostar? ¿Es experto? ¿Cuáles son sus patrones?
FG: Nuestros patrones de consumo se asemejan a los países europeos, con un mayor énfasis en las apuestas en vivo para jugadores experimentados y apuestas prematch para analíticos que siguen de cerca las probabilidades asignadas por el operador.
En términos de productos, ofrecemos una amplia variedad que incluye apuestas prematch ‚para los analíticos, apuestas en vivo para aquellos que desean vibrar durante el partido, deportes virtuales para la diversión instantánea y pencas para aquellos que desean demostrar su conocimiento. Lo que es cuestionado por la voz del pueblo, porque según dicen: “las pencas, las ganan los que no saben nada”.
IGF: Hay cambios que se aproxima, en el senado uruguayo se está discutiendo varios elementos desde abrir el país para operadores internacionales a regular el tiempo que una persona puede estar en un casino físicamente, ¿En tu opinión hace donde va Uruguay con el tema del juego?
FG: Uruguay tiene una larga historia de regulación del juego, con modificaciones consensuadas entre todos los actores para el beneficio de la sociedad. Reconocemos la importancia de un enfoque mesurado y consultivo en la toma de decisiones, especialmente dada la influencia de la ansiedad e inmediatez en el mundo actual, junto con el impacto de las tecnologías que han universalizado el acceso al juego.
En cuanto al discurso de las empresas internacionales de juego, observamos una paradoja entre la creciente importancia de la sustentabilidad y el gobierno corporativo en el mundo empresarial y el intento de algunas organizaciones de operar sin licencia en países regulados. La visión de estas empresas cambia radicalmente dependiendo de su posición, solicitando licencias en un momento y pidiendo medidas restrictivas para proteger a los licenciados al siguiente. Observamos con atención los desarrollos en países europeos que han tratado al juego como un bien de consumo, y han tenido que implementar restricciones para proteger a los usuarios y abordar el juego problemático. Es fundamental aprender de estas experiencias antes de dar pasos significativos en la regulación del juego.
Es común hoy en nuestra América Latina decir regulación para referirse a los países que otorgan licencia, y esto en un grave error. Regulado, implica que existe un marco legal que define cómo se gestiona y opera el juego en un estado nación, y esto implica también el Monopolio, es decir, cuando el estado define que solo él operará los juegos de azar o prohibición, cuando establece que nadie podrá operarlos.
Eso no lo sabemos, pero sí tenemos la posibilidad de ver qué está pasando en países donde se ha recorrido el camino de tratar al juego como un bien de consumo más. Hoy varios países europeos están limitando a los operadores, porque se ha realizado una batalla feroz por los usuarios, con bonos, publicidad invasiva que han generado estupor en la sociedad y del mismo modo incrementos sustanciales en el juego patológico y problemático. Algunos países de Latinoamérica han seguido el mismo camino, sin ver lo que pasó y está pasando en Europa. Lamentablemente ya se están escuchando las primeras voces sobre las consecuencias de un mercado de juego hipercompetitivo.