Dentro del cerebro de un psicólogo especializado en adicción al juego: aplicaciones para operadores


Por Anni­ka Lind­berg, Psicólo­ga Con­se­jera Cer­ti­fi­ca­da Espe­cial­ista en Adic­ción al Juego y Adic­ciones Conductuales/Miembro del Pan­el de Exper­tos, Mind­way AI

Como psicólo­ga espe­cial­iza­da en el tratamien­to de la adic­ción al juego, a menudo me he sen­ti­do frustra­da por las lim­ita­ciones de nue­stro alcance.

Como clíni­cos, obten­emos un conocimien­to pro­fun­do sobre la adic­ción al juego direc­ta­mente de nues­tras inter­ac­ciones con aque­l­los que han sido per­ju­di­ca­dos. Esto incluye per­spec­ti­vas sobre patrones de com­por­tamien­to, así como una rica com­pren­sión de las numerosas com­ple­ji­dades en torno a las emo­ciones y patrones de pen­samien­to de los jugadores adic­tos.

Tam­bién esta­mos al tan­to de muchas de las tram­pas en el razon­amien­to de los jugadores que inter­fieren con estrate­gias de pro­tec­ción efec­ti­vas y las numerosas for­mas en que sus com­pul­siones harán que pasen por alto muchas de las medi­das bien inten­cionadas que están en su lugar para pro­te­ger­los.

Lam­en­ta­ble­mente, gran parte de este conocimien­to nun­ca sal­drá fuera de las cua­tro pare­des de nues­tras prác­ti­cas.

La inves­ti­gación en el per­fil­amien­to de com­por­tamien­to de los jugadores ha ampli­a­do nues­tra com­pren­sión de mar­cadores especí­fi­cos de daño y las ‘fir­mas’ con­duc­tuales prob­lemáti­cas de aque­l­los que prob­a­ble­mente estén en ries­go de desar­rol­lar juego des­or­de­na­do.

Con la ayu­da de infor­ma­ción adi­cional de provee­dores de tratamien­to y aque­l­los con expe­ri­en­cia vivi­da, podemos mejo­rar aún más nue­stro entendimien­to de cómo pro­te­ger mejor a gru­pos vul­ner­a­bles. La lista a con­tin­uación pro­por­ciona sug­eren­cias que bus­can cer­rar la brecha entre la com­pren­sión psi­cológ­i­ca y las estrate­gias aplic­a­bles para los oper­adores de jue­gos de azar.

Detectar Señales de Advertencia Tempranas:

Las señales tem­pranas de par­tic­i­pación prob­lemáti­ca incluyen un incre­men­to en la toma de ries­gos, tol­er­an­cia aumen­ta­da (más tiem­po, más dinero y más jue­gos diver­sos uti­liza­dos) y una escal­a­da en la per­se­cu­ción de pér­di­das. Es impor­tante notar que algunos jugadores que han per­di­do el con­trol sobre su activi­dad y están pro­gre­san­do hacia la adic­ción no nece­sari­a­mente jue­gan con reg­u­lar­i­dad. Inclu­so pueden ten­er lar­gos des­can­sos entre sesiones, y aún así, la pér­di­da sub­je­ti­va de con­trol exper­i­men­ta­da puede ser igual de destruc­ti­va para aque­l­los que son jugadores reg­u­lares. Para aque­l­los que han per­di­do el con­trol pero solo jue­gan de man­era inter­mi­tente, los com­por­tamien­tos ries­gosos serán evi­dentes al eval­u­ar su patrón de par­tic­i­pación den­tro de cada episo­dio de juego en lugar de la reg­u­lar­i­dad de las sesiones.

Aumentar la Conciencia de los Síntomas Clínicos y su Interferencia con los Esfuerzos de Protección del Jugador

Los jugadores adic­tos pre­sen­tan un con­flic­to inter­no y var­ios gra­dos de negación. Para aque­l­los con una relación sev­era­mente prob­lemáti­ca con el juego, habrá una com­ple­ta pér­di­da de con­trol sobre la capaci­dad de deten­erse, ya sea que el resul­ta­do de una apues­ta sea una ganan­cia o una pér­di­da. Es impor­tante recor­dar que un jugador que ha per­di­do todo con­trol sobre su com­por­tamien­to de juego poten­cial­mente aún estará luchan­do con negación inter­mi­tente y dis­tor­siones cog­ni­ti­vas y por lo tan­to, no será capaz de aplicar medi­das apropi­adas para pro­te­gerse. En cier­to pun­to, la respon­s­abil­i­dad de asig­nar límites de depósi­to y pro­hibi­ciones debe ser trans­feri­da del jugador al oper­ador para ase­gu­rar que la pro­tec­ción del jugador con­sidere ade­cuada­mente los sín­tomas clíni­cos del trastorno de juego.

Personalización de Intervenciones

Con­cén­trese en hac­er las inter­ven­ciones per­son­al­izadas y mejor alin­eadas con el tipo de mar­cadores de ries­go que se han detec­ta­do. Hay vas­tas difer­en­cias en la pre­sentación, tem­pera­men­to y la util­i­dad del juego para aque­l­los que pre­sen­tan prob­le­mas con el juego. Por lo tan­to, inter­ven­ciones más per­son­al­izadas per­mi­tirán que el jugador se iden­ti­fique mejor con los comen­tar­ios recibidos. Algo que prob­a­ble­mente resul­tará en una may­or prob­a­bil­i­dad de hac­er uso de her­ramien­tas de pro­tec­ción del jugador.

Promocionar el Juego Responsable; Pensar en Relaciones a Largo Plazo Sobre Ganancias a Corto Plazo

El juego respon­s­able es rel­e­vante para todos. Al fomen­tar y pro­mo­cionar el uso de límites de depósi­to, pro­gra­mas de autoex­clusión y otras her­ramien­tas de pro­tec­ción del jugador, el estig­ma para aque­l­los que depen­den de ellas puede dis­minuir. Un cam­bio de enfoque de la ganan­cia a cor­to pla­zo hacia la con­struc­ción de con­fi­an­za y la ayu­da para destacar mecan­is­mos de pro­tec­ción apropi­a­dos es prob­a­ble que ben­e­fi­cie a todas las partes a largo pla­zo.

Mejorar y Educar a los Jugadores Sobre la Protección del Jugador

  • Car­ac­terís­ti­cas de Establec­imien­to de Límites: Descri­ba los ben­efi­cios psi­cológi­cos de per­mi­tir que los jugadores establez­can límites.
  • • Mon­i­toreo y Aler­tas: Explique el papel del mon­i­toreo del com­por­tamien­to del jugador y pro­por­cionar aler­tas opor­tu­nas y empu­jones con­duc­tuales. Explique al jugador que estos impul­sos están en lugar para aler­tar­los de que su patrón de juego está mostran­do mar­cadores de ries­go obje­tivos y que la con­cien­cia y pequeños des­can­sos pueden pro­por­cionarles una opor­tu­nidad impor­tante para reflex­ionar sobre su com­por­tamien­to y inter­rum­pir cic­los de ‘perseguir pér­di­das’.

Marketing Ético

Para aque­l­los jugadores que han expre­sa­do el deseo de autoex­cluirse, es impor­tante enten­der que el mar­ket­ing (par­tic­u­lar­mente el mar­ket­ing direc­to) puede ser un des­en­ca­denante potente para alguien que está inten­tan­do lo mejor posi­ble man­ten­erse ale­ja­do de una activi­dad que les ha cau­sa­do daño.

Aprovechar la Tecnología y la Colaboración

El análi­sis de datos puede per­mi­tirnos per­fi­lar a gran escala y en tiem­po real a aque­l­los jugadores que están mostran­do ten­den­cias de juego prob­lemáti­co. Además, la inte­gración y panorámi­ca con­tinúa de inves­ti­gadores, pro­fe­sion­ales de la salud men­tal, así como de aque­l­los con expe­ri­en­cia vivi­da, puede ayu­dar a per­fec­cionar algo­rit­mos para aumen­tar la iden­ti­fi­cación tam­bién de aque­l­los que mues­tran patrones menos típi­cos de juego prob­lemáti­co.

Programas de Referencia y Recursos de Ayuda

En situa­ciones donde el juego dañi­no es evi­dente y una pro­hibi­ción de juego es nece­saria, es impor­tante acer­carse al jugador de una man­era respetu­osa, cuida­dosa y com­pa­si­va. Dado que muchos jugadores depen­den del juego como un mecan­is­mo de ‘afrontamien­to’ inten­ta­do, es impor­tante ten­er algu­nas opciones disponibles para líneas de ayu­da y/o tratamien­to e infor­ma­ción para aque­l­los que exp­re­sen ideación sui­ci­da.

Tam­bién vale la pena con­sid­er­ar la capac­itación del per­son­al de apoyo para que se sien­tan más cómo­d­os y con­fi­a­dos al ten­er con­ver­sa­ciones tem­pranas con un jugador que puede estar enfrentan­do tan­to pér­di­das financieras extremas como angus­tia emo­cional inten­sa.

Mejora Continua

Recopile comen­tar­ios con­tin­u­os de los jugadores y con­sidere realizar datos cual­i­ta­tivos de aque­l­los con expe­ri­en­cia vivi­da.

En con­clusión, com­pren­der la psi­cología intrin­ca­da detrás de la adic­ción al juego no es solo un ejer­ci­cio teóri­co, es una her­ramien­ta poderosa para los oper­adores de jue­gos de azar que se esfuerzan por crear mod­e­los de nego­cios respon­s­ables y sostenibles. Al aprovechar las per­cep­ciones de los psicól­o­gos que estu­di­an el com­por­tamien­to de juego, los oper­adores pueden dis­eñar ambi­entes que fomenten la trans­paren­cia, pro­mue­van hábitos de juego más salud­ables y, en últi­ma instan­cia, mit­iguen el daño. Imple­men­tar estrate­gias como el apoyo per­son­al­iza­do al jugador, dis­eño éti­co de jue­gos, e inter­ven­ciones basadas en datos cier­ra la brecha entre la per­spi­ca­cia académi­ca y la apli­cación prác­ti­ca. Estas medi­das no solo mejo­ran la con­fi­an­za y leal­tad del jugador, sino que tam­bién alin­ean a los oper­adores con las cre­cientes deman­das sociales y reg­u­la­to­rias para prác­ti­cas de juego respon­s­able. Abrazar estas estrate­gias accionables ase­gu­ra un futuro donde la indus­tria del juego pros­pere respon­s­able­mente mien­tras pri­or­iza el bien­es­tar de sus jugadores.

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