Esta semana, Lula da Silva presentará un conjunto de medidas destinadas a regular el sector de las apuestas en línea, con un enfoque especial en la salud mental de los apostadores, según OGlobo.
Esta intervención surge como respuesta a las crecientes preocupaciones del gobierno sobre el impacto de estas prácticas en la población.
Entre las principales medidas, se contempla la prohibición del uso de tarjetas de crédito y de fondos del Bolsa Família para financiar apuestas. Además, se establecerá la obligación de una publicidad responsable, que prohíbe anuncios que sugieren que las apuestas son una vía rápida para hacerse rico.
El contexto de estas decisiones se agudiza con la inminente restricción de operaciones para empresas no autorizadas, que tendrán que cumplir con una serie de requisitos y pagar una tarifa de 30 millones de reales para seguir operando. A partir del 1 de octubre, solo 113 compañías que han solicitado licencia podrán continuar con sus actividades.
Estudios recientes revelan que los brasileños están gastando alrededor de 3.700 millones de dólares mensuales en apuestas en línea, lo que subraya la urgencia de una regulación efectiva. Esta nueva normativa no solo busca controlar el sector, sino también mitigar los riesgos asociados a la adicción y el endeudamiento.
Lula ha enfatizado que la regulación es esencial para evitar que las apuestas crezcan descontroladamente, alertando sobre el riesgo de que surjan “casinos en nuestras cocinas” si no se toman medidas adecuadas. La regulación está diseñada para limpiar el mercado, identificando y cerrando plataformas ilegales que operan sin responsabilidad.