
El jóven mercado de apuestas deportivas en Brasil es un campo fértil para el crimen organizado poder lavar dinero mal ganado, y las autoridades lo saben.
Por eso la Secretaría de Premios y Apuestas (SPA) que regula el sector informó a los operadores autorizados que deben presentar sus políticas contra el lavado de dinero y la prevención del financiamiento del terrorismo. Las empresas tienen hasta el 17 de marzo para informar sus criterios y acciones para evitar el lavado de dinero.
Las empresas recibieron la directiva por carta y fueron invitados a participar en un seminario el 17 de febrero sobre las mejores prácticas para informar actividades sospechosas al Consejo de Control de Actividades Financieras (COAF). La sesión detalló los procedimientos para reportar transacciones consideradas sospechosas.
El juego y especificamente las apuestas deportivas son un conducto relativamente fácil para el crimen organizado lavar dinero.
Los operados tendrán que mejorar sus prácticas para monitorear el origen del dinero apostado y las identidades de los apostadores.
El problema son las plataformas no autorizadas, la mayoría operando desde el exterior.
El anuncio de la SPA se produce en medio de la continua expansión del mercado regulado de apuestas de Brasil, que recientemente otorgó 21 nuevas licencias definitivas, elevando el número total de operadores con licencia completa a 35. Este mercado en crecimiento incluye ahora 69 operadores con autorización provisional o definitiva.
Expertos opinan que Brasil ha procedido bien en regular un mercado que surgió de repente desde 2018 y operó por seis anos sin regulación hasta que entró en vigor la nueva normativa el 1 de enero de este año.
El objetivo del gobierno con el nuevo enfoque sobre el lavado de dinero es establecer un mercado de apuestas de lo más transparente y seguro.
Entre sus principales diposiciones, el anuncio exige que las casas de apuestas implementen medidas robustas de identificación de clientes, el seguimiento de transacciones sospechosas y la verificación de antecedentes, para crear un ambiente de mayor seguridad y credibilidad tanto para las empresas como para los apostadores.
La identificación del cliente requiere la recogida de números de identidad personal y fiscal, y un comprobante de residencia.
El monitoreo de transacciones que excedan determinados límites o apostadores que presenten un comportamiento atípico deberán ser comunicadas a las autoridades.