Los bancos estatales brasileños BRB (Distrito Federal), Banestes (Espírito Santo) y Banese (Sergipe) están explorando la posibilidad de crear filiales para operar juegos de loterías.
Esta iniciativa surge a raíz de una resolución del Supremo Tribunal Federal (STF) de 2020, que determinó que el Gobierno Federal no tenía el monopolio sobre las operaciones de lotería, resolviendo así una disputa de larga data con varios estados.
Desde entonces, los gobiernos estatales han comenzado a prepararse para gestionar este servicio. Algunos de los estados que aún cuentan con bancos estatales han optado por integrar las loterías en estas instituciones, aprovechando su infraestructura y base de clientes.
Con una amplia base de datos de clientes, los bancos no solo tienen la oportunidad de promover sus nuevos productos de lotería, sino que también se benefician de la confianza y legitimidad que su asociación con estas instituciones financieras puede proporcionar, un nivel de seguridad que, en la visión del usuario, muchos operadores nuevos no pueden ofrecer.
Ricardo Pessanha, presidente de Banestes Loteria, destacó en un informe de Solo Azar que “la ley no permite casinos físicos, juegos de azar y bingos, pero en teoría, el resto sí.”
Además, Pessanha añadió: “El banco tiene capilaridad y el poder de su marca. La gente sabe que estamos sujetos a una serie de regulaciones y medidas de seguridad obligatorias, lo que genera una mayor credibilidad”.
Esta incursión de los bancos estatales en el mundo de las apuestas promete cambiar la dinámica del sector de las loterías en Brasil, añadiendo un nuevo capítulo a su regulación y expansión.