Sofía Luini y Melina Ferrero enfrentan largas suspensiones en un contexto de creciente corrupción en el tenis argentino.
Recientemente, la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) ha impuesto sanciones a dos tenistas argentinas, Sofía Luini y Melina Ferrero, debido a su participación en arreglos de partidos y apuestas, según informa La Nación. Con estas nuevas sanciones, el total de jugadores argentinos castigados por corrupción asciende a ocho desde 2018, resaltando un problema persistente en el tenis de Argentina.
Sofía Luini, quien en 2014 llegó al puesto 492° del ranking WTA, ha recibido una suspensión de siete años. En tanto, Melina Ferrero, que alcanzó el ranking 731° en 2015, ha sido sancionada con tres años de suspensión. Ambas sanciones están vinculadas a un caso reciente en Bélgica, en el que se desmanteló una organización de amaños de partidos y su líder, Grigor Sargsyan, fue condenado a cinco años de prisión.
Las sanciones se relacionan con la participación de Luini y Ferrero en un esquema de corrupción que afectó varios partidos entre 2017 y 2018. Luini impugnó los cargos y recibió una multa de 30.000 dólares, mientras que Ferrero admitió su culpa en tres partidos y aceptó una multa de 15.000 dólares. Estas decisiones han tenido un impacto significativo en sus carreras deportivas.
Ambas jugadoras tuvieron participación activa en torneos nacionales e internacionales, como el circuito Haciendo Tenis y los Interclubes de la Asociación Argentina de Tenis (AAT). Luini, en particular, fue miembro del equipo tricampeón de San Lorenzo y estuvo involucrada en el tenis argentino durante varios años.
Las sanciones impuestas prohíben a Luini y Ferrero no solo competir, sino también entrenar o asistir a eventos organizados por entidades principales del tenis, como ATP, ITF, WTA y los torneos del Grand Slam. Esta restricción limita de manera significativa su capacidad para seguir participando en el tenis profesional.