
El gobierno argentino presentó un proyecto para regular mínimamente el juego online, centrado exclusivamente en la lucha contra las apuestas ilegales, sin afectar el crecimiento del negocio legal.
La propuesta de la Sedronar no establece restricciones significativas a la publicidad ni a los vínculos con el fútbol. En contraste, un proyecto aprobado en la Cámara de Diputados propone controles más estrictos: limitación de la publicidad, verificación biométrica y regulación de los medios de pago.
El texto oficial ha sido objeto de críticas debido a su vaguedad y a la presunta influencia de empresarios del sector. Aún no ha sido presentado formalmente al Congreso, y su alcance es considerado limitado.
Según informó La Nación, un legislador que impulsó la media sanción, actualmente frenada en el Senado, declaró: “La redacción del proyecto del Poder Ejecutivo fue influenciada por Chiqui Tapia, Daniel Angelici y empresas del sector, actuando bajo el paraguas de la Sedronar”.
Esta declaración sugiere una posible alianza entre dirigentes del fútbol, empresarios del juego y el Gobierno para promover una propuesta con limitados alcances.
Por su parte, la media sanción que está en pausa propone limitar la publicidad de las plataformas, reducir su presencia en eventos, regular el uso de billeteras virtuales y crear un programa educativo contra la ludopatía.
De cara al futuro, el desarrollo del mercado de apuestas online en Argentina dependerá en gran medida de cómo se equilibren los intereses comerciales con una regulación efectiva y transparente.
Mientras algunos sectores impulsan normativas más estrictas para proteger a los usuarios y limitar la exposición de menores, otros buscan fomentar un ecosistema que permita el crecimiento controlado del sector sin interferencias excesivas.
Si se logra una legislación clara y consensuada, Argentina podría posicionarse como uno de los mercados más relevantes de iGaming en América Latina, combinando innovación tecnológica con responsabilidad social.
Esto abriría la puerta a nuevas oportunidades de inversión, empleo y desarrollo digital, siempre que se mantenga un enfoque ético y sostenible en el tiempo.