¡Chulo-ji! India despierta y se acerca a legalizar el juego de azar

Después de décadas de con­fusión, final­mente está emergien­do clar­i­dad en el enig­máti­co espa­cio de los jue­gos de azar en la India, el may­or mer­ca­do de apues­tas no reg­u­la­do por población del mun­do.

Este mes de abril se han real­iza­do dos impor­tantes movimien­tos leg­isla­tivos en los prin­ci­pales esta­dos de la India.

Y ambos prom­e­ten romper la bar­rera reg­u­la­to­ria que ha con­de­na­do gran parte del 
juego indí­ge­na a opera­ciones con números tur­bios y arreg­los ile­gales de resul­ta­dos en el deporte nacional, el crick­et.

Has­ta aho­ra, solo tres esta­dos: los antigu­os enclaves por­tugue­ses de Goa y Daman en la cos­ta oeste y Sikkim en el extremo noreste, han per­mi­ti­do el juego de casi­no al esti­lo occi­den­tal.

Pero aho­ra, están en mar­cha movimien­tos firmes para traer casi­nos legales a Maha­rash­tra, hog­ar de la poderosa cap­i­tal económi­ca de la India, Mum­bai.

Y al mis­mo tiem­po, Kar­nata­ka, el esta­do donde se encuen­tra la flo­re­ciente ciu­dad cibernéti­ca de Ban­galu­ru, tam­bién está bus­can­do legalizar tan­to el juego dig­i­tal como los casi­nos tradi­cionales.

Aunque no existe una leg­is­lación fed­er­al que pro­hí­ba expre­sa­mente las apues­tas en este país de 1.43 mil mil­lones de per­sonas, aho­ra más pobla­do que Chi­na, el espa­cio de jue­gos de azar de la India ha esta­do dom­i­na­do por la Ley de Jue­gos de Azar Públi­cos de la era colo­nial británi­ca de 1867, sí, de 1867.

**“Goon­das”**

Algunos esta­dos han definido el juego como “jue­gos de habil­i­dad” o “jue­gos de suerte”, per­mi­tien­do los primeros con pre­mios pero no dinero.

Otras regiones o ciu­dades, como Mum­bai, Kolkata en Ben­gala Occi­den­tal y Chen­nai en el esta­do sureño de Tamil Nadu, per­miten las apues­tas en car­reras de cabal­los.

A lo largo del vas­to sub­con­ti­nente, el juego de números y deportes, par­tic­u­lar­mente el crí­quet omnipresente y un juego de con­tac­to lla­ma­do kabad­di, recau­da bil­lones de rupias para gang­sters “goon­das”, quienes finan­cian indus­trias locales de cine, como Bol­ly­wood, y mues­tran su dinero en los Emi­ratos Árabes Unidos.

Y en medio del caos no reg­u­la­do, pero paradóji­ca­mente orde­na­do, varias mar­cas inter­na­cionales cono­ci­das de iGam­ing, ubi­cadas en el extran­jero, inten­tan hac­er tan­to sen­ti­do como ganan­cias; mien­tras nave­g­an por un rég­i­men fis­cal volátil.

Según informes de los medios de comu­ni­cación de la India, una empre­sa lla­ma­da Dyutb­hu­mi Hotels and Resorts Pvt Ltd, ante­ri­or­mente cono­ci­da como Mum­bai Gam­bling Man­age­ment Pvt, y con sede en las afueras norteñas de la ciu­dad de Thane, ha solic­i­ta­do a la Corte Supre­ma de la India que rea­v­ive la Ley de Casi­nos de Maha­rash­tra de 1976, que bus­ca legalizar y reg­u­lar los jue­gos de casi­no bajo licen­cia.

Nun­ca pro­mul­ga­da y tras años de dis­putas legales, la leg­is­lación del casi­no fue desecha­da por el gob­ier­no del esta­do en 2023.

**Ciu­dad Máx­i­ma**

Pero aho­ra final­mente podría lle­var el juego de casi­no orde­na­do a la “Ciu­dad Máx­i­ma” de la India y abrir las com­puer­tas para apues­tas 360 en la sofisti­ca­da metrópoli.
Se espera el fal­lo de la Corte Supre­ma antes de finales de mayo.

Volvien­do a los even­tos en Kar­nata­ka, los prin­ci­pales per­iódi­cos indios han infor­ma­do que el Min­istro del Inte­ri­or Gan­gad­hara­iah Para­mesh­wara está redac­tan­do una nue­va ley para legalizar el juego en el esta­do.

“[Nosotros] hemos acor­da­do la intro­duc­ción de un sis­tema de licen­cia y una reg­u­lación según la ley. Una vez que se pre­sente el bor­rador, pro­mul­gar­e­mos una nue­va ley”, declaró el min­istro de man­era inequívo­ca.

Sin embar­go, como en Maha­rash­tra, no se puede ase­gu­rar el paso de la leg­is­lación a favor de las apues­tas.

Porque en India, como en ningún otro lugar, “hay muchos res­balones entre la copa y el labio”.

Las riquezas en ofer­ta son tan ten­ta­do­ras como los desafíos legales son desalen­ta­dores.

Observe este espa­cio.

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