Sangre en la pista en el deporte de los reyes

“Naufra­gio de Hav­namelt­down”. Nun­ca antes un nom­bre había sido tan cert­ero al describir la cri­sis exis­ten­cial que afec­ta a las car­reras de cabal­los, el deporte de los reyes, en ambos lados del Atlán­ti­co.

En Esta­dos Unidos, mien­tras el deporte se prepara para alcan­zar su pun­to máx­i­mo anu­al este sába­do con la dis­pu­ta de la Bel­mont Stakes en Elmont, Nue­va York, la cul­mi­nación de la famosa Triple Coro­na, después del Ken­tucky Der­by y las Preak­ness Stakes, las car­reras de cabal­los han sido sacu­d­i­das por el cre­ciente escán­da­lo de las muertes de cabal­los tan­to en com­pe­ten­cia como en entre­namien­to.

En Inglater­ra, el lla­ma­do deporte de los reyes, que perdió a su may­or defen­so­ra con la muerte de la Reina Isabel, amante de los cabal­los, en sep­tiem­bre pasa­do, tam­bién ha sido gol­pea­do por una cre­ciente con­cien­cia públi­ca sobre los ries­gos para la salud de las estrel­las equinas y las protes­tas cada vez may­ores de los activis­tas pro-ani­mal, que han inter­rumpi­do o ame­naza­do con inter­rum­pir even­tos de renom­bre mundi­al como el Grand Nation­al de la Nation­al Hunt en Ain­tree, Liv­er­pool, y el recien­te­mente dis­puta­do Der­by de Epsom, la car­rera más impor­tante en pista del mun­do.

Estas pocas sem­anas de pri­mav­era y prin­ci­p­ios de ver­a­no deberían ser un momen­to mági­co para las car­reras de cabal­los, pero en cam­bio el deporte ha esta­do dom­i­na­do por la muerte y la inter­rup­ción.

En Churchill Downs, sede del leg­en­dario Ken­tucky Der­by, nom­bra­do en hon­or a la car­rera ingle­sa, una doce­na de cabal­los ha muer­to durante la tem­po­ra­da de car­reras.

Y luego, el 20 de mayo, el purasan­gre de tres años Hav­namelt­down, entre­na­do por el con­tro­ver­tido Bob Baf­fert, se rompió, der­ribó a su jock­ey y tuvo que ser sac­ri­fi­ca­do en la pista de Pim­li­co en Bal­ti­more, jus­to antes de la dis­pu­ta de las propias Preak­ness Stakes, que iróni­ca­mente, si no paradóji­ca­mente, fueron ganadas por otro cabal­lo entre­na­do por Baf­fert, Nation­al Trea­sure.

Fue la octa­va vic­to­ria récord de Baf­fert en la segun­da eta­pa de la Triple Coro­na.

Baf­fert, como los lec­tores de iGam­ing­Fu­ture pueden recor­dar, fue el entre­nador de Med­i­na Spir­it, el cabal­lo que ter­minó primero en el Ken­tucky Der­by de 2021 antes de ser descal­i­fi­ca­do por dopa­je.

El entre­nador de 70 años fue pos­te­ri­or­mente sus­pendi­do de cor­rer sus cabal­los en la pres­ti­giosa pista de Churchill Downs has­ta 2024.

Después de la des­gra­cia del Ken­tucky Der­by, en un giro aún más impac­tante, en diciem­bre de 2021, Med­i­na Spir­it murió durante un entre­namien­to en la pista de San­ta Ani­ta en Arca­dia, Cal­i­for­nia, al noreste de Los Ánge­les.

“Miem­bro del Salón de la Vergüen­za”

A pesar de su esta­tus en el Salón de la Fama de las car­reras de cabal­los, Baf­fert, para algunos, tam­bién ha sido cat­a­lo­ga­do como un “miem­bro del Salón de la Vergüen­za”.

Según una inves­ti­gación del ven­er­a­do Wash­ing­ton Post, al menos 74 cabal­los han muer­to bajo el cuida­do del entre­nador con sede en Cal­i­for­nia entre 2000 y 2021, más que la may­oría de los cien­tos de entre­nadores que oper­an en el esta­do.

Refir­ién­dose a la muerte de Hav­namelt­down, Kathy Guiller­mo, vicepres­i­den­ta senior de Peo­ple for the Eth­i­cal Treat­ment of Ani­mals (PETA), dijo: “Pim­li­co debería haber segui­do el ejem­p­lo de Churchill Downs y haber pro­hibido a Bob Baf­fert del hipó­dro­mo.

“La trág­i­ca muerte de Hav­namelt­down es la últi­ma de una larga lista de fatal­i­dades. La indus­tria de las car­reras debe expul­sar a los mal­os o tam­bién ten­drá san­gre en sus manos además de san­gre en sus pis­tas”.

PETA cree que las car­reras de cabal­los en Esta­dos Unidos están enfrentan­do un juego final exis­ten­cial.

Durante décadas, las apues­tas en los hipó­dro­mos fueron la úni­ca for­ma legal para mil­lones de esta­dounidens­es, en muchas áreas, de apos­tar.

Pero el adven­imien­to de los jue­gos de azar en línea y la cre­ciente legal­ización de las apues­tas deporti­vas en todo el país han afec­ta­do grave­mente la pop­u­lar­i­dad de las car­reras de cabal­los.

Aunque even­tos famosos, como los de la Triple Coro­na, siguen sien­do inmen­sa­mente pop­u­lares, el número de car­reras de cabal­los ha dis­minui­do de un pico de 74.071 en 1989 a 33.453 el año pasa­do.

Una sola trage­dia más, sim­i­lar a la muerte de Hav­namelt­down, podría sig­nificar el fin de la indus­tria, advir­tió Guiller­mo de PETA.

PETA aún no ha emu­la­do el com­por­tamien­to “impru­dente y peli­groso” de los activis­tas de Ani­mal Ris­ing, según lo descrito por la British Horserac­ing Author­i­ty (BHA), que inten­taron inter­rum­pir la cel­e­bración de este año tan­to del Grand Nation­al de saltos el 15 de abril como del Epsom Der­by en pista plana el 3 de junio.

En Elmont, Nue­va York, Forte es el favorito con una cuo­ta de 3 a 1 en la clási­ca mil­la y media (12 fur­longs) de las Bel­mont Stakes, con la par­tic­i­pación de Angel of Empire a 4 a 1 y Nation­al Trea­sure, ganador de las Preak­ness Stakes, a 6 a 1.

Parece que las apues­tas nun­ca han sido tan altas para las car­reras de cabal­los en Esta­dos Unidos.

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