Quémalo Todo: Las Apuestas Deportivas En Brasil Marcan Un Espectacular Autogol


Brasil, ben­de­ci­do con su vas­ta sel­va amazóni­ca, el espec­tac­u­lar desier­to norteño de Lençóis Maran­hens­es y los exten­sos humedales del Pan­tanal en el sur, es cono­ci­do por su fasci­nante var­iedad de ani­males extraños y exóti­cos; pero ninguno tan úni­co como el Pushme-Pul­ly­ou, de otro modo lla­ma­do: “No ter­mi­no de decidirme sobre los ben­efi­cios de las apues­tas deporti­vas”.

Después de meses frenéti­cos recientes, si no años, de jugar con la zana­ho­ria de riquezas incal­cu­la­bles y prome­sas ante las mejores com­pañías de iGam­ing del mun­do, y no tan top, con el anzue­lo de la reg­u­lación y legal­ización efec­ti­va, el gob­ier­no del dimin­u­to pres­i­dente Luiz Iná­cio Lula da Sil­va, algu­na vez un furioso izquierdista, aún pop­ulista, aunque con­sid­er­able­mente más mod­er­a­do, ha fre­na­do abrup­ta­mente en el momen­to del clí­max legal.

Según fuentes alta­mente colo­cadas, que han con­tac­ta­do a iGam­ing­Fu­ture, la admin­is­tración de Lula aho­ra tiene serias dudas sobre legalizar las apues­tas deporti­vas en esta nación esen­cial y loca por los deportes de 215 mil­lones de per­sonas que atraviesa Améri­ca del Sur como un gigante.

Dónde colo­ca esto a los prin­ci­pales actores del sec­tor de apues­tas deporti­vas y jue­gos de azar en línea, como Flut­ter Enter­tain­ment y Bets­son de ori­gen sue­co, que aca­ban de inver­tir mil­lones en empre­sas con­jun­tas con com­pañías de apues­tas brasileñas, es cuestión de espec­u­lación.

Neb­u­loso

Mucho se ha escrito en estas pági­nas, y las de nue­stros com­peti­dores reza­ga­dos, sobre los ben­efi­cios poten­ciales de final­mente traer las con­sid­er­ables opera­ciones de juego de Brasil, a menudo neb­u­losas, des­de el frío de la no reg­u­lación.

Las apues­tas exten­si­vas en deportes son una real­i­dad de fac­to en esta nación de múlti­ples campe­ones mundi­ales de fút­bol, que fueron los primeros en pon­er la “belleza” en el lla­ma­do Juego Boni­to.

Pero de acuer­do con las fuentes de alto niv­el de iGF, que han pedi­do anon­i­ma­to, el pres­i­dente Lula (en la foto arri­ba) y su Par­tido de los Tra­ba­jadores, aunque deses­per­a­dos por los poten­cial­mente vas­tos ingre­sos fis­cales, tam­bién están intim­i­dadas por el alcance y la pro­fun­di­dad de la adic­ción al juego en el país, la nación más grande por masa de tier­ra y población en Améri­ca Lati­na.

El gob­ier­no de Brasil respaldó la aprobación del Con­gre­so de la ley que reg­u­la las apues­tas deporti­vas en línea en diciem­bre.

Pero el gob­er­nante Par­tido de los Tra­ba­jadores aho­ra bus­ca revis­ar la leg­is­lación.

El par­tido ha reac­ciona­do ante una avalan­cha de datos que mues­tran que los brasileños locos por el fút­bol y apa­sion­a­dos por las apues­tas están adic­tos y gas­tan­do demasi­a­do de sus ingre­sos en apues­tas, arru­inan­do hog­a­res.

Puer­tas del Infier­no

“Subes­ti­mamos los efec­tos per­ju­di­ciales y dev­as­ta­dores que esto causó a la población brasileña. Es como si hubiéramos abier­to las puer­tas del infier­no, no teníamos idea de lo que esto podría causar”, dijo la sem­ana pasa­da la pres­i­den­ta del Par­tido de los Tra­ba­jadores, Gleisi Hoff­mann.

Y pub­licó un ataque despi­ada­do en redes sociales a los jue­gos de azar lla­man­do a aspec­tos del nego­cio de las apues­tas “per­ver­sos”, con énfa­sis par­tic­u­lar en las restric­ciones pub­lic­i­tarias dicien­do que los anun­cios de jue­gos de azar deberían ser pro­hibidos o estric­ta­mente con­tro­la­dos, como se hacen con las pro­mo­ciones para el taba­co y el alco­hol.

Un estu­dio del Ban­co Cen­tral de Brasil pub­li­ca­do la sem­ana pasa­da dijo que 24 mil­lones de brasileños habían gas­ta­do unos 20.8 mil mil­lones de reales (£2.85 mil millones/US$3.8 mil mil­lones) en apues­tas solo en el mes de agos­to, basa­do en las can­ti­dades trans­feri­das dig­i­tal­mente des­de cuen­tas ban­car­ias.

Peor aún, según el influyente lob­by brasileño con­tra el juego, el estu­dio mostró que cin­co mil­lones de esos apos­ta­dores son ben­e­fi­cia­r­ios del pro­gra­ma de trans­fer­en­cia condi­ciona­da del gob­ier­no para famil­ias de bajos ingre­sos lla­ma­do Bol­sa Famil­ia y que gas­taron tres mil mil­lones de reales en apues­tas en ese mes (£431m/US$550m).

Casi­no de Coci­na

Asom­brosa­mente, esto es equiv­a­lente al 20 por cien­to de la finan­ciación del pro­gra­ma social que es un escaparate del gob­ier­no.

Hablan­do en la Asam­blea Gen­er­al de la ONU en Nue­va York, tam­bién la sem­ana pasa­da, el pres­i­dente Lula rev­eló su actu­al pen­samien­to sobre el prob­lemáti­co tema del juego en su nación.

“Esta­mos notan­do en Brasil el endeu­damien­to de las per­sonas más pobres que inten­tan ganar dinero hacien­do apues­tas. Es un prob­le­ma que ten­dremos que reg­u­lar”, dijo Lula a los reporteros.

“De lo con­trario, pron­to ten­dremos un casi­no operan­do en la coci­na de cada casa”, afir­mó el pres­i­dente.

De una for­ma u otra, parece que esta “coci­na” brasileña está a pun­to de incen­di­arse.

Estén aten­tos a este espa­cio.

Reporte Adi­cional por Jor­di Bac­ar­di.

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