El presidente Santiago Peña promulgó la Ley 7438 que desmonopoliza el sector de juego en Paraguay abriendo el mercado de los juegos de azar y permitiendo licencias ilimitadas para las apuestas deportivas y otros juegos, incluyendo casinos, loterías y casinos en línea.
La ley modifica y moderniza el régimen jurídico para la Explotación de los Juegos de Suerte o de Azar. El cambio má importante es la mudanza de la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar) a la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) con el fin de mejorar la recaudació fiscal y fortalecer el combate a las operaciones ilegales.
Carlos Liseras, presidente de Conajzar, dijo que la legislación va a “mejorar sustancialmente” el combate frontal a la explotación clandestina de juegos de azar. A partir de esta ley, la Conajzar con la DNIT tiene la potestad de incautar todos los materiales, enseres, implementos, documentos, software y tecnología que estén siendo utilizados para la explotación clandestina, aseguró en rueda de prensa. Señaló que la ley empodera a Conajzar a bloquear las señales clandestinas de juegos de azar, como casinos online y plataformas en línea no autorizadas.
La ley establece la desmonopolización de los juegos de azar y las apuestas deportivas, sector donde va a haber hasta tres licencias por cada modalidad de juego, dijo Liseras.
Braulio Ferreira, de la DNIT, agregó que se van a perfeccionar los controles usando los recursos y personal del ente tributario que cuenta con la operatividad, la logística, personal técnico e infraestructura a nivel nacional para hacer cumplir la nueva ley, que fue aprobada por el Congreso en dicienbre.
La intención es usar los recursos del DNIT para dotar a la Conajzar de capacidad operativa ampliada, incluidos 800 inspectores con funciones legales y de control mejoradas, para una mejor recaudación de ingresos fiscales y la supervisión de las actividades de juego.
La reforma del régimen jurídico de las apuestas en Paraguay se venía buscando desde 2022, tras las consecuencias de la corrupción vinculada a la licitación de Conajzar sin supervisión gubernamental de una licencia nacional de apuestas deportivas, un contrato controvertido que fu adjudicado a la marca aposta.