Mesa redonda: El papel de la cultura empresarial en la atracción de millennials y la Generación Z


Ame­di­da que los Mil­len­ni­als y la Gen­eración Z se con­vierten en fuerzas dom­i­nantes en la fuerza lab­o­ral, sus val­ores y expec­ta­ti­vas están trans­for­man­do la cul­tura lab­o­ral. Estas gen­era­ciones más jóvenes pri­or­izan el sen­ti­do de propósi­to, la inclusión y la flex­i­bil­i­dad en las empre­sas en las que eli­gen tra­ba­jar. Bus­can entornos que se ali­neen con sus val­ores per­son­ales, como la respon­s­abil­i­dad social, la diver­si­dad y la con­cil­iación de la vida lab­o­ral y per­son­al. Para las empre­sas que bus­can atraer y reten­er al mejor tal­en­to de estas gen­era­ciones, es cru­cial cul­ti­var una cul­tura empre­sar­i­al que pro­mue­va la inno­vación, la sosteni­bil­i­dad y el bien­es­tar de los emplea­d­os. Com­pren­der y adap­tarse a estas expec­ta­ti­vas cam­biantes no solo ayu­da a las empre­sas a involu­crar a los tra­ba­jadores más jóvenes, sino que tam­bién fomen­ta un entorno orga­ni­za­cional más dinámi­co y con visión de futuro.

Nos reuni­mos con Valentin Cir­ci­u­maru , espe­cial­ista sénior en recur­sos humanos de ICONIC21 ; Jacques Abeng-Essam­ba , ger­ente de tal­en­tos de Glit­nor ; Tri­cia Mae Galea , direc­to­ra de recur­sos humanos de Gam­ing Corps ; y Suzanne Jiggens , direc­to­ra de mar­ket­ing de Slots Tem­ple , para explo­rar cómo la cul­tura de la empre­sa está dan­do for­ma a los esfuer­zos para atraer a los Mil­len­ni­als y la Gen­eración Z en la com­pet­i­ti­va indus­tria del juego actu­al.

¿Cómo pri­or­izan los Mil­len­ni­als y la Gen­eración Z la cul­tura empre­sar­i­al al ele­gir un empleador?

Valentin Cir­ci­u­maru: «Para estas gen­era­ciones, la cul­tura empre­sar­i­al es más que un sim­ple «estar bien»; es un fac­tor deci­si­vo en el pro­ce­so de con­trat­ación. Es una de las pre­gun­tas más fre­cuentes: ¿cómo es la cul­tura? La Gen­eración Z no solo se fija en el suel­do. Quieren sen­tirse val­o­rados y apoy­a­dos, y for­mar parte de algo más grande que su puesto. Quieren esta­bil­i­dad y espa­cio para cre­cer, y estas son pre­cisa­mente las car­ac­terís­ti­cas que ofre­ce­mos en ICONIC21.»

Ya sea que se trate de nue­stros pre­sen­ta­dores de jue­gos de casi­no en vivo o de nue­stro per­son­al de ofic­i­na y cor­po­ra­ti­vo, los val­ores comunes que apare­cen durante el pro­ce­so de con­trat­ación son la con­fi­an­za, el respeto, la trans­paren­cia, el propósi­to, la pasión y la cre­ativi­dad. Muchos de estos son o se han con­ver­tido en nue­stros pro­pios val­ores, espe­cial­mente la pasión, el respeto y la cre­ativi­dad. Por ejem­p­lo, nue­stros pre­sen­ta­dores de jue­gos de la Gen­eración Z pros­per­an en un entorno abier­to e infor­mal donde se les ani­ma a cre­cer, a hac­er pre­gun­tas y a dis­fru­tar gen­uina­mente de su tra­ba­jo. Nos tomamos el tiem­po nece­sario para com­pren­der qué bus­can en una empre­sa: cole­gas jóvenes, sin micro­gestión, ver­dadera autonomía, un ambi­ente rela­ja­do, y nos ase­gu­ramos de ofre­cer un entorno que ofreciera pre­cisa­mente eso.

Jacques Abeng-Essam­ba: “Ambas gen­era­ciones se pre­ocu­pan mucho por la cul­tura empre­sar­i­al al ele­gir un tra­ba­jo y bus­can var­ios aspec­tos impor­tantes. Quieren tra­ba­jar en un lugar que les resulte sig­ni­fica­ti­vo y que refle­je sus val­ores, como la respon­s­abil­i­dad social y la pro­mo­ción de la diver­si­dad. Una de las prin­ci­pales pre­gun­tas que me hacen en las entre­vis­tas últi­ma­mente es “¿cuál es la cul­tura empre­sar­i­al en Glit­nor?”. No creo que haya una respues­ta cor­rec­ta o incor­rec­ta; sin embar­go, para atraer y reten­er a los mejores tal­en­tos de estas gen­era­ciones, nosotros, como empre­sa, nece­si­ta­mos con­stru­ir una cul­tura que se cen­tre en la colab­o­ración, la sosteni­bil­i­dad y el cuida­do de los emplea­d­os. De hecho, la inclusión tam­bién es fun­da­men­tal para ellos; val­o­ran los lugares de tra­ba­jo que acep­tan difer­entes pun­tos de vista. En gen­er­al, bus­can empre­sas con val­ores que coin­ci­dan estrechamente con los suyos”.

Tri­cia Mae Galea: “Los mil­len­ni­als y la gen­eración Z son indi­vid­u­os inten­cionales, inno­vadores y curiosos que bus­can con­tin­u­a­mente el equi­lib­rio entre la ambi­ción y el bien­es­tar.

Para estas gen­era­ciones, el tra­ba­jo no se tra­ta solo de ganar un suel­do, sino tam­bién de alin­ear sus aspira­ciones pro­fe­sion­ales con sus val­ores fun­da­men­tales. Este públi­co val­o­ra a las empre­sas que demues­tran com­pro­miso con la respon­s­abil­i­dad social, la diver­si­dad y la sosteni­bil­i­dad; orga­ni­za­ciones que con­tribuyen a gener­ar un impacto pos­i­ti­vo.

“Se cen­tran en el equi­lib­rio entre el tra­ba­jo y la vida per­son­al y bus­can empleadores que respe­ten y establez­can los límites entre el tra­ba­jo y la vida per­son­al ofre­cien­do flex­i­bil­i­dad en diver­sas opciones.

Para los Mil­len­ni­als y la Gen­eración Z, lo impor­tante son las opor­tu­nidades de crec­imien­to. Bus­can una pro­gre­sión clara y un apren­diza­je con­tin­uo, inno­vación y adapt­abil­i­dad, para for­mar parte de una empre­sa con visión de futuro, con una comu­ni­cación abier­ta y un lid­er­az­go con­fi­able. Como empleadores, debe­mos pro­mover estos val­ores para atraer y reten­er a nue­stros emplea­d­os.

Suzanne Jiggens: «Aunque me faltó poco para ser mil­len­ni­al, creo que es cru­cial com­pren­der qué val­o­ran todas las gen­era­ciones en la cul­tura empre­sar­i­al. Para los mil­len­ni­als y la gen­eración Z, la alin­eación con los val­ores, el propósi­to y la éti­ca de la empre­sa es esen­cial. Pri­or­izan espe­cial­mente la flex­i­bil­i­dad y la con­cil­iación de la vida lab­o­ral y per­son­al, y a difer­en­cia de las gen­era­ciones ante­ri­ores, se sien­ten seguros al expre­sar estas necesi­dades abier­ta­mente. Esta dis­posi­ción a abog­ar por el equi­lib­rio y la aut­en­ti­ci­dad no solo ha mold­ea­do sus pref­er­en­cias, sino que tam­bién ha inspi­ra­do a los lugares de tra­ba­jo a adap­tarse, cre­an­do entornos que fomen­tan tan­to el bien­es­tar per­son­al como el crec­imien­to pro­fe­sion­al».

¿Cómo pueden las empre­sas adap­tar su cul­tura empre­sar­i­al para atraer a los Mil­len­ni­als y la Gen­eración Z?

Valentin Cir­ci­u­maru: «Creo firme­mente que el sim­ple acto de escuchar es lo más impor­tante. Sim­ple­mente escuchar: ¿qué quieren, qué esper­an, cuáles son sus pun­tos débiles? Con ICONIC21, todo lo que hace­mos empieza por escuchar y luego por ten­er con­ver­sa­ciones reales. El equipo de RR. HH. siem­pre está a una con­ver­sación de dis­tan­cia, sin impor­tar el tipo de prob­le­ma. Ten­er este niv­el de aper­tu­ra nos ayu­da a gener­ar con­fi­an­za con nue­stros emplea­d­os, espe­cial­mente con los demográ­fi­cos Mil­len­ni­al y Z.»

Tam­bién nos esmer­amos en crear flex­i­bil­i­dad para nue­stros emplea­d­os. No solo en su horario lab­o­ral, sino tam­bién en cómo tra­ba­jan durante ese horario, así como en cómo se desar­rol­lan y expre­san su per­son­al­i­dad.

Por ejem­p­lo, nue­stros pre­sen­ta­dores de jue­gos reciben una for­ma­ción min­u­ciosa y un apoyo empáti­co. Son parte del espec­tácu­lo; son nues­tras estrel­las. Si las empre­sas quieren atraer a jóvenes tal­en­tos y reten­er­los, nece­si­tan romper con el man­u­al cor­po­ra­ti­vo y empezar a con­stru­ir cul­turas que se sien­tan autén­ti­cas, humanas y con visión de futuro.

Jacques Abeng-Essam­ba: «Temas muy de moda: «tra­ba­jo híbri­do», «horario flex­i­ble», «tra­ba­jo des­de cualquier lugar»; cualquier cosa que val­ore la con­cil­iación de la vida lab­o­ral y per­son­al. Quieren poder desconec­tar del tra­ba­jo. Además, si bien pro­mover la diver­si­dad y la inclusión es fun­da­men­tal para atraer a los mil­len­ni­als y la gen­eración Z, ofre­cer opor­tu­nidades de crec­imien­to y desar­rol­lo sigue sien­do clave para atraer y reten­er a jóvenes tal­en­tos. Des­de una per­spec­ti­va tec­nológ­i­ca para los desar­rol­ladores, este grupo demográ­fi­co parece más «mod­er­no» en su enfoque, man­tenién­dose al día con las ten­den­cias tec­nológ­i­cas».

Tri­cia Mae Galea: “La cul­tura no se crea, surge. La cul­tura es el resul­ta­do de un com­por­tamien­to con­sis­tente, una acción, no pal­abras. Cuan­do llegué a Gam­ing Corps, des­cubrí que ya existía una cul­tura sól­i­da. No nece­sitábamos pal­abras super­fi­ciales de Recur­sos Humanos, obvias y a veces feas y arti­fi­ciales. En los primeros meses, nues­tra próspera cul­tura se hizo evi­dente. Solo tuve que salir y con­társe­lo al resto del mun­do, por ejem­p­lo, pub­li­can­do en LinkedIn, que esta es nues­tra cul­tura.

Los mil­len­ni­als, la gen­eración Z, no se dejan lle­var por la pub­li­ci­dad vacía. Bus­can resul­ta­dos tan­gi­bles y gen­uinos, y las empre­sas pueden adap­tar su cul­tura cam­bian­do su enfoque de prome­sas ambi­ciosas a aut­en­ti­ci­dad prác­ti­ca.

Los empleadores deben demostrar un com­pro­miso real, fomen­tar la trans­paren­cia y la ren­di­ción de cuen­tas, pro­mover el pro­gre­so, el conocimien­to y el bien­es­tar, y pro­mover el propósi­to, el impacto y la diver­si­dad. Todos estos son val­ores fun­da­men­tales que estas gen­era­ciones fomen­tarán.

Suzanne Jiggens: «En Slots Tem­ple, nos enorgul­le­ce­mos de fomen­tar una cul­tura donde cada emplea­do se siente respeta­do y val­o­rado. Nue­stro enfoque basa­do en un propósi­to enfa­ti­za la inclusión, el respeto y la respon­s­abil­i­dad social, pri­or­i­dades clave para los mil­len­ni­als y la gen­eración Z. Inde­pen­di­en­te­mente del sec­tor, las empre­sas deben definir clara­mente su propósi­to y val­ores: ¿qué rep­re­sen­tan y cómo atien­den a sus clientes? Al demostrar un com­pro­miso con los val­ores éti­cos y pri­orizar al cliente, las empre­sas pueden atraer a emplea­d­os que se iden­ti­fiquen con estos prin­ci­p­ios. Esta alin­eación inspi­ra ded­i­cación y tra­ba­jo duro, moti­van­do al per­son­al a con­tribuir sig­ni­fica­ti­va­mente al éxi­to de la empre­sa».

¿Cómo afec­ta la flex­i­bil­i­dad en los acuer­dos lab­o­rales a la atrac­ción de tal­en­to más joven a una empre­sa?

Valentin Cir­ci­u­maru: “Por lo que vemos, la flex­i­bil­i­dad es aho­ra una expec­ta­ti­va bási­ca. Ya ni siquiera es una ven­ta­ja. Para los Mil­len­ni­als y la Gen­eración Z, es mucho más que eso. Ya no se iden­ti­f­i­can con estruc­turas rígi­das que con­sid­er­an antic­uadas o lim­i­tantes. Ya sea con turnos para pre­sen­ta­dores de jue­gos que se adapten a su esti­lo de vida o con flu­jos de tra­ba­jo basa­dos ​​en la con­fi­an­za en nue­stros equipos de ofic­i­na, la lib­er­tad de ser humanos for­ma parte de nue­stro ADN. Bási­ca­mente, les dec­i­mos a todos nue­stros emplea­d­os: «Con­fi­amos en ust­edes». Con esta men­tal­i­dad, vemos equipos más com­pro­meti­dos y leales, con una tasa de reten­ción más alta que la que se ve habit­ual­mente en este sec­tor. Val­o­ramos a todos y no usamos el con­trol para reten­er­los”.

Jacques Abeng-Essam­ba: «La flex­i­bil­i­dad es fun­da­men­tal, ya que las per­sonas pri­or­izan la con­cil­iación de la vida lab­o­ral y per­son­al y la autonomía. Pre­fieren tra­ba­jar en entornos que les con­ven­gan, ya sea medi­ante opciones híbri­das o remo­tas. En Glit­nor, ofre­ce­mos una políti­ca híbri­da jun­to con una políti­ca de tele­tra­ba­jo».

Tri­cia Mae Galea: «Ofre­cer opciones flex­i­bles como el tele­tra­ba­jo, entornos híbri­dos u horar­ios per­son­al­iz­ables demues­tra que no estás atra­pa­do en la vie­ja men­tal­i­dad de tra­ba­jo de 9 a 5. La flex­i­bil­i­dad lab­o­ral se ha con­ver­tido en un ele­men­to cru­cial para atraer a las gen­era­ciones más jóvenes, como los mil­len­ni­als y la gen­eración Z».

Estas gen­era­ciones crecieron en un mun­do donde se val­o­ra la adapt­abil­i­dad y la indi­vid­u­al­i­dad, por lo que esper­an que sus lugares de tra­ba­jo se ali­neen con esos val­ores. Como direc­to­ra de RR. HH., lo veo como un pun­to de inflex­ión. Les demues­tra a los jóvenes tal­en­tos que con­fían en que harán su tra­ba­jo de la man­era que les con­viene.

Se tra­ta de crear una cul­tura de empoderamien­to y equi­lib­rio, ayudán­doles a inte­grar su vida pro­fe­sion­al y per­son­al a la per­fec­ción. Cuan­do las per­sonas sien­ten que su empre­sa respe­ta su indi­vid­u­al­i­dad, es más prob­a­ble que per­manez­can, con­tribuyan con aut­en­ti­ci­dad y lo comenten con entu­si­as­mo.

“Este tipo de lib­er­tad puede hac­er que su empre­sa se destaque, no solo como empleador, sino como una opción de esti­lo de vida”.

Suzanne Jiggens: «La flex­i­bil­i­dad en los horar­ios de tra­ba­jo es un fac­tor clave para atraer a jóvenes tal­en­tos a una empre­sa. Creo en la impor­tan­cia de con­fi­ar en que los emplea­d­os ges­tio­nen sus fun­ciones efi­caz­mente, lo que fomen­ta un sen­ti­do de autonomía y respeto, y es muy val­o­rado por los mil­len­ni­als y la gen­eración Z. Al per­mi­tir que el per­son­al eli­ja su horario de tra­ba­jo y evi­tar políti­cas rígi­das de asis­ten­cia a la ofic­i­na, las empre­sas atraen no solo a las gen­era­ciones más jóvenes, sino tam­bién a quienes pri­or­izan un equi­lib­rio entre la vida lab­o­ral y per­son­al».

Además, ofre­cer un espa­cio de ofic­i­na a quienes bus­can socializar o un cam­bio de aires mejo­ra el ambi­ente lab­o­ral gen­er­al, hacien­do que la empre­sa sea más inclu­si­va y adapt­able.

¿Qué papel jue­ga la tec­nología en la con­fig­u­ración de la cul­tura lab­o­ral que resue­na entre los Mil­len­ni­als y la Gen­eración Z?

Valentin Cir­ci­u­maru: “La tec­nología es algo nat­ur­al para estas gen­era­ciones. Es difí­cil man­ten­er a alguien ale­ja­do de sus dis­pos­i­tivos, ya sean telé­fonos o portátiles. Es impor­tante tra­ba­jar CON ellos y no con­tra ellos. Ser una empre­sa de soft­ware y ten­er pre­sen­ta­dores de jue­gos tra­ba­jan­do con todo tipo de tec­nología a diario nos per­mite decir que, para nosotros, la tec­nología no es solo una her­ramien­ta, sino parte inte­gral de la expe­ri­en­cia lab­o­ral”.

Si con­sid­er­amos el mun­do en su con­jun­to, para atraer a emplea­d­os de la Gen­eración Z, la infraestruc­tura tec­nológ­i­ca debe ser impeca­ble. Todo debe ser intu­iti­vo, rápi­do y estar actu­al­iza­do. Esto facili­ta que el pro­ce­so de adaptación, ya que la capac­itación y la incor­po­ración son flu­idas y sin estrés. Eso es lo que esper­an los emplea­d­os más jóvenes y esta­mos lis­tos para cumplir­lo.

Jacques Abeng-Essam­ba: «Estas gen­era­ciones val­o­ran mucho las her­ramien­tas que les ayu­dan a man­ten­erse conec­ta­dos, como la men­sajería instan­tánea (como Slack) y las vide­ol­la­madas (como Teams). Estas her­ramien­tas hacen que el entorno lab­o­ral sea más inclu­si­vo y diver­tido. A menudo hablan de su deseo de un buen equi­lib­rio entre la vida lab­o­ral y per­son­al (no solo los mil­len­ni­als y la gen­eración Z, para ser sin­ceros), y la tec­nología facili­ta el tele­tra­ba­jo. En gen­er­al, ayu­da a con­stru­ir una cul­tura dinámi­ca y flex­i­ble que se adap­ta a sus necesi­dades».

Tri­cia Mae Galea: “La tec­nología y cómo una empre­sa la adop­ta dicen mucho sobre su men­tal­i­dad.

Si te involu­cras en la tec­nología, prob­a­ble­mente estés abier­to al crec­imien­to y a man­ten­erte a la van­guardia, lo cual es fun­da­men­tal para los jóvenes tal­en­tos. No se tra­ta solo de ten­er los últi­mos gad­gets o soft­ware, sino de cómo la tec­nología poten­cia la colab­o­ración, la flex­i­bil­i­dad y la inno­vación.

Estas gen­era­ciones crecieron con la tec­nología como algo nat­ur­al, por lo que esper­an que su entorno lab­o­ral lo refle­je. La tec­nología tam­bién con­tribuye a crear comu­nidad.

Pien­sa en her­ramien­tas vir­tuales para fomen­tar el espíritu de equipo, espa­cios de comu­ni­cación inclu­sivos y platafor­mas que pro­mue­van la trans­paren­cia y el reconocimien­to. Así se con­struye una cul­tura donde las per­sonas se sien­ten conec­tadas y val­o­radas, inclu­so tra­ba­jan­do des­de difer­entes lugares. En resumen, para los mil­len­ni­als y la gen­eración Z, un lugar de tra­ba­jo que se adap­ta a la tec­nología los ben­e­fi­cia. Esto no es super­fi­cial­i­dad, es fun­da­men­tal.

Suzanne Jiggens: “La tec­nología desem­peña un papel fun­da­men­tal en la creación de una cul­tura lab­o­ral atrac­ti­va para los mil­len­ni­als y la gen­eración Z. Facili­ta la comu­ni­cación y la colab­o­ración flu­idas entre equipos, fomen­tan­do la inclusión y la conex­ión, inclu­so si las per­sonas tra­ba­jan de for­ma remo­ta. Sin embar­go, su impacto depende de que la alta direc­ción pro­mue­va acti­va­mente una cul­tura abier­ta, atrac­ti­va e inclu­si­va. Her­ramien­tas como las platafor­mas de chat, las vide­ol­la­madas y las apli­ca­ciones colab­o­ra­ti­vas solo son efi­caces si los equipos —y los líderes— las uti­lizan acti­va­mente para for­jar rela­ciones e impul­sar la par­tic­i­pación. Sin un esfuer­zo inten­cional, la tec­nología por sí sola no puede crear un entorno cohe­sion­a­do. Al aprovechar estas her­ramien­tas de for­ma inteligente, las empre­sas pueden mejo­rar el tra­ba­jo en equipo y crear una cul­tura que conecte pro­fun­da­mente con las gen­era­ciones más jóvenes. De esta man­era, no solo atraen a jóvenes tal­en­tos, sino que tam­bién con­struyen una fuerza lab­o­ral más conec­ta­da y con visión de futuro en gen­er­al”.

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