
El mercado ilegal de apuestas deportivas en Brasil sigue siendo enorme, casi la mitad de lo que se juega, con ingresos estimados en R$1.000 millones de reales ($175 millones USD), según un dirigente del sector regulado.
André Gelfi, fundador del Instituto Brasileño de Juego Responsable (IBJR) y socio director de Betsson Brasil, dijo en entrevista con la publicación online Poder360 que las plataformas sin licencia para operar en el país dificultan la canalización de apostadores hacia el mercado formal lo que impide el desarrollo de una industria sustentable.
“Hoy estimamos que, lamentablemente, la mayor parte del mercado sigue siendo informal. El mercado regulado representa menos del 50%, quizás algo cerca del 40% de este mercado”, declaró Gelfi, que fue hasta febrero director general del IBJR.
Con un segmento tan grande del mercado operando sin autorización ni supervision en una industria recien regulada es casi imosible imposible llegar a cifras oficiales exactas sobre cuánto gana o mueve la operación informal, señaló Gelfi a Poder360.
“Es difícil tener una imagen precisa, porque es una película dinámica, acabamos de iniciar el mercado [regulado]. Tenemos datos históricos, como les decía, de R$ 25 mil millones. Si lo dividimos por mes, obtendremos un promedio de poco más de R$ 2 mil millones. El 60% es informal. Podemos decir que el mercado informal gana más que el mercado regulado y probablemente algo más de R$ 1 mil millones”.
Gelfi espera que la Secretaría de Premios y Apuestas (SPA) del Ministerio de Hacienda que regula el setor traiga próximamente datos actualizados y oficiales para entender mejor la situación.
“Quizás el principal mecanismo que tenemos para frenar el mercado ilegal sea el seguimiento de las transacciones financieras. El corazón de nuestra actividad es Pix. Si las entidades financieras tienen un seguimiento eficaz de quién hace Pix y a través de qué CNPJ, podemos asfixiar esta informalidad”, dijo.
Hace diez días, para frenar a las apuestas ilegales, la SPA publicó una ordenanza que prohíbe a los bancos y entidades de pago mantener cuentas y realizar transacciones de apuestas irregulares. También creó un canal de denuncias para recibir información sobre operaciones realizadas en plataformas no autorizadas.
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