Lea mis labios: ¡No habrá nuevos impuestos!


En la era del pres­i­dente Don­ald Trump 2.0, parece que la polémi­ca pal­abra “impuestos” ha sido pro­hibi­da en la esfera anglopar­lante. En su lugar, nos hemos queda­do con “arance­les” y “gravámenes oblig­a­to­rios”.

¿Alguien allí fuera podría explicar la difer­en­cia?

Tras su reciente ajus­ta­do pre­supuesto que bus­ca cubrir un supuesto déficit de 25 mil mil­lones de libras (31.72 mil mil­lones de dólares) en las finan­zas de la nación, la nue­va admin­is­tración laborista de Gran Bre­taña, con­tra todo pronós­ti­co, decidió no aumen­tar for­mal­mente los “impuestos” sobre la lucra­ti­va indus­tria de las apues­tas del país, una indus­tria que, debe enfa­ti­zarse, lid­era el mun­do en tec­nología dig­i­tal en línea, emplea direc­ta­mente a más de 100.000 per­sonas en empleos pre­dom­i­nan­te­mente bien remu­ner­a­dos y ya con­tribuye con aprox­i­mada­mente 4.5 mil mil­lones de libras anuales al fis­co (5.71 mil mil­lones de dólares).

Ataque

Pero aho­ra, en lo que solo puede cal­i­fi­carse de rodeo per­for­máti­co, el gob­ier­no, ya bajo ataque con­cer­ta­do por aumen­tar las con­tribu­ciones del seguro nacional y elim­i­nar los des­cuen­tos en la energía para los jubi­la­dos, ha deci­di­do impon­er un nue­vo grava­men oblig­a­to­rio sobre los oper­adores de jue­gos de azar, que tiene como obje­ti­vo recau­dar más de 100 mil­lones de libras (126.91 mil­lones de dólares) anual­mente para la inves­ti­gación, pre­ven­ción y tratamien­to de los daños rela­ciona­dos con el juego.

Tam­bién ha con­fir­ma­do nuevos límites de apues­tas para las trag­a­monedas en línea.

Las medi­das entrarán en vig­or el 6 de abril del nue­vo año.

Pero aquí está el prob­le­ma. Al igual que muchos de los otros movimien­tos fis­cales mal pen­sa­dos ​​del gob­ier­no, la nue­va imposi­ción prob­a­ble­mente recau­dará mucho menos dinero de lo pre­vis­to.

Adic­ción

Porque, sim­ple­mente, la indus­tria del juego del Reino Unido ya con­tribuye con dece­nas de mil­lones de libras a orga­ni­za­ciones bené­fi­cas y pro­gra­mas que abor­dan los impactos de la adic­ción extrema a las apues­tas.

Si bien apoya ofi­cial­mente el grava­men oblig­a­to­rio, el Con­se­jo de Apues­tas y Jue­gos del Reino Unido (BGC, por sus siglas en inglés), rep­re­sen­tante de la indus­tria del juego, fue rápi­do en recor­dar­les a los leg­is­ladores: “Los miem­bros de BGC con­tribuyeron vol­un­tari­a­mente con más de 170 mil­lones de libras (215.75 mil­lones de dólares) en los últi­mos cua­tro años para abor­dar el juego prob­lemáti­co y los daños rela­ciona­dos con el juego.

La indus­tria del juego del Reino Unido ya ha con­tribui­do vol­un­tari­a­mente con 170 mil­lones de libras en los últi­mos cua­tro años para abor­dar prob­le­mas de adic­ción, enfa­ti­za la direc­to­ra ejec­u­ti­va de BGC, Grainne Hurst, “[Hemos dado] 50 mil­lones de libras (63.45 mil­lones de dólares) solo este año, finan­cian­do una red inde­pen­di­ente de orga­ni­za­ciones bené­fi­cas que actual­mente atien­den al 85 por cien­to de todos los jugadores prob­lemáti­cos que reciben tratamien­to en Gran Bre­taña”, dijo la direc­to­ra ejec­u­ti­va del con­se­jo, Grainne Hurst.

Bajo el nue­vo grava­men, las tasas de con­tribu­ción vari­arán del 0.1 por cien­to a un máx­i­mo del 1.1 por cien­to del Rendimien­to Bru­to del Juego (GGY), con los oper­adores en línea y los provee­dores de soft­ware enfrentan­do el car­go más ele­va­do.

Impactos

Según el Depar­ta­men­to de Cul­tura, Medios de comu­ni­cación y Deporte, que super­visa la indus­tria del juego, el grava­men se apli­cará a toda la activi­dad de apues­tas, pero en difer­entes nive­les para “ase­gu­rar que los impactos sean pro­por­cionales”.

“Tam­bién tiene en cuen­ta los cos­tos oper­a­tivos vari­ables y los “nive­les de juego dañi­no aso­ci­a­dos con difer­entes activi­dades de juego”.

Los Cen­tros de Entreten­imien­to Famil­iar, licen­cias de apues­tas en grupo y todas las licen­cias téc­ni­cas de máquinas pagarán el 0,1 por cien­to de su GGY.

Los corre­dores de apues­tas en el recin­to, los Cen­tros de Juego para Adul­tos y las salas de bin­go ter­restres se les cobrará el doble de esta can­ti­dad.

Los casi­nos minoris­tas y las casas de apues­tas en la calle prin­ci­pal pagarán medio por cien­to.

Y los oper­adores de iGam­ing y los licen­ci­atar­ios pagarán el grava­men más grande de todos: 1,1 por cien­to del GGY.

Igual­mente sig­ni­fica­ti­vo, las apues­tas en las trag­a­monedas en línea estarán lim­i­tadas a 5 libras por giro para los jugadores may­ores de 25 años y 2 libras por giro para aque­l­los de 18 a 24 años.

Pre­ven­ción

Bajo el nue­vo grava­men, la mitad del dinero recau­da­do finan­cia­rá los ser­vi­cios de tratamien­to del NHS, el 30 por cien­to se des­ti­nará a ini­cia­ti­vas de pre­ven­ción y el 20 por cien­to se gas­tará en inves­ti­gación.

Zoë Osmond, direc­to­ra ejec­u­ti­va de la orga­ni­zación bené­fi­ca Gam­bleAware, afir­mó: “Esto rep­re­sen­ta un paso sig­ni­fica­ti­vo para pro­te­ger a las per­sonas del daño rela­ciona­do con el juego.

El grava­men tam­bién es un paso cru­cial hacia el ase­gu­ramien­to del apoyo con­tin­u­a­do a través de un sis­tema legal y es algo que hemos esta­do pidi­en­do des­de 2017”.

Ponien­do el nue­vo grava­men en una per­spec­ti­va más amplia, Jamie Wal­ters, direc­tor ejec­u­ti­vo de los anal­is­tas de datos de jue­gos QiH Group, dijo a iGF: “Aunque a veces los gravámenes e impuestos pueden verse como una car­ga, la ver­dad es que la may­oría de las empre­sas de juego respon­s­ables ya han esta­do hacien­do esta con­tribu­ción para la inves­ti­gación y la pre­ven­ción del daño, ya que lo ven como sen­sato y valioso.

Oblig­a­to­rio

“Todo lo que está suce­di­en­do aho­ra es un cam­bio de vol­un­tario a oblig­a­to­rio, y la tasa no es puni­ti­va­mente alta.”

Agregó Grainne Hurst del BGC: “Los min­istros no deben perder de vista el hecho de que la gran may­oría de los 22.5 mil­lones de per­sonas que dis­fru­tan de una apues­ta cada mes, en la lotería, en las casas de apues­tas, casi­nos, salas de bin­go y en línea, lo hacen de man­era segu­ra, mien­tras que la encues­ta de salud más reciente del NHS para Inglater­ra estimó que solo el 0,4 por cien­to de la población adul­ta son jugadores prob­lemáti­cos.

“El tono de este anun­cio sug­iere que el gob­ier­no corre el ries­go de perder la per­spec­ti­va de estos hechos mien­tras sim­ple­mente baila al son de los pro­hibi­cionistas anti-juego, lo que no le sirve a nadie”.

Reporte adi­cional de Lau­ren Har­ri­son

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