La nueva Ley de Telecomunicaciones y el iGaming en México


La indus­tria del juego con apues­ta en Méx­i­co está vivien­do un momen­to de trans­for­ma­ción. A la espera de la mod­ern­ización de la Ley Fed­er­al de Jue­gos y Sor­te­os, se suma la entra­da en vig­or de una nue­va Ley de Tele­co­mu­ni­ca­ciones que bus­ca ampli­ar la cober­tu­ra, mejo­rar la veloci­dad de conex­ión y ele­var los están­dares de seguri­dad dig­i­tal.

Aunque se tra­ta de ámbitos difer­entes, el for­t­alec­imien­to de la infraestruc­tura de tele­co­mu­ni­ca­ciones tiene un impacto direc­to en la for­ma en que los oper­adores ofre­cen sus ser­vi­cios y en la expe­ri­en­cia de mil­lones de jugadores.

Méx­i­co, con más de 130 mil­lones de habi­tantes, es uno de los mer­ca­dos de iGam­ing más dinámi­cos de Améri­ca Lati­na. Según los informes de Deloitte, Sta­tista y Mor­dor Intel­li­gence, el juego en línea pasó de $2.050 mil­lones de dólares en 2022 a una proyec­ción de $3.700 mil­lones para 2028.

Solo el seg­men­to dig­i­tal alcan­zará unos ingre­sos de $4.630 mil­lones de dólares en tres años, impul­sa­do por la tele­fonía móvil, la adop­ción de pagos dig­i­tales y una pen­e­tración de inter­net que, en 2024, llegó al 84 % de la población may­or de seis años. El 97,6 % de los usuar­ios se conec­ta des­de dis­pos­i­tivos móviles, por lo que la conec­tivi­dad es la base del sec­tor.

Mejor conec­tivi­dad

La nue­va Ley de Tele­co­mu­ni­ca­ciones refuerza esta ten­den­cia. Según la OCDE, el por­centa­je de acce­sos fijos con fibra ópti­ca en Méx­i­co pasó del 41,1 % en 2022 al 64,5 % en 2023, lo que supone el may­or crec­imien­to entre los país­es miem­bros. Este avance favorece las modal­i­dades de alto con­sumo de datos, como el stream­ing de even­tos deportivos, los jue­gos con crupi­er en vivo y las expe­ri­en­cias inmer­si­vas de real­i­dad vir­tu­al. Con redes más esta­bles y ráp­i­das, los oper­adores pueden ofre­cer pro­duc­tos más sofisti­ca­dos y fiables.

Una mejor conec­tivi­dad tam­bién per­mite ampli­ar el mer­ca­do más allá de las grandes ciu­dades. En la actu­al­i­dad, las apues­tas en línea se con­cen­tran en zonas urbanas como Ciu­dad de Méx­i­co, Mon­ter­rey y Guadala­jara. Sin embar­go, la ley bus­ca reducir la brecha dig­i­tal, lo que per­mi­tirá a los oper­adores lle­gar a las zonas rurales y semi­ur­banas, ampli­ar la base de jugadores y diver­si­ficar el mer­ca­do.

El impacto se extiende al eco­sis­tema de pagos. Gra­cias a las redes más ráp­i­das y seguras, se fomen­tará el uso de bil­leteras elec­tróni­cas, pagos con códi­go QR (CoDi en Méx­i­co), trans­fer­en­cias inmedi­atas con open bank­ing y méto­dos híbri­dos como OXXO Pay, que com­bi­nan lo dig­i­tal con el efec­ti­vo.

En un entorno en el que el telé­fono móvil es la prin­ci­pal puer­ta de entra­da al juego, la veloci­dad y la seguri­dad en los depósi­tos y reti­radas de dinero son fun­da­men­tales para gener­ar con­fi­an­za en el usuario.

La expe­ri­en­cia del jugador es donde más se notará la influ­en­cia de la nue­va ley. La esta­bil­i­dad de la conex­ión per­mite proce­sar las apues­tas en vivo sin retra­sos, man­ten­er la cal­i­dad HD en los streams de even­tos deportivos y realizar actu­al­iza­ciones de apli­ca­ciones ráp­i­da­mente. Esto reduce fric­ciones, aumen­ta la sat­is­fac­ción y mejo­ra la reten­ción de clientes.

Refor­mar la ley de jue­gos

No obstante, el desar­rol­lo tec­nológi­co debe ir de la mano de la reg­u­lación. Si bien la Ley de Tele­co­mu­ni­ca­ciones no abor­da especí­fi­ca­mente el juego, sus dis­posi­ciones sobre encriptación, seguri­dad de redes y mane­jo de datos com­ple­men­tan las obliga­ciones rela­cionadas con la pre­ven­ción del lava­do de dinero, la ver­i­fi­cación de iden­ti­dad y la pro­tec­ción del con­sum­i­dor. La coor­di­nación con la refor­ma de la Ley Fed­er­al de Jue­gos y Sor­te­os será esen­cial para garan­ti­zar que solo las platafor­mas autor­izadas aprovechen la infraestruc­tura mejo­ra­da y para reducir el mer­ca­do ile­gal, que actual­mente rep­re­sen­ta cer­ca del 60 % de las apues­tas en línea en el país.

La sin­er­gia entre ambas leyes puede ser tam­bién un catal­izador de la inno­vación. Gra­cias a la conec­tivi­dad de alta veloci­dad, los oper­adores podrán inte­grar la inteligen­cia arti­fi­cial para per­son­alizar la expe­ri­en­cia del jugador, opti­mizar las cam­pañas y detec­tar ries­gos. Las tec­nologías inmer­si­vas podrán recrear casi­nos com­ple­tos en entornos vir­tuales, y la tec­nología blockchain reforzará la trans­paren­cia en las transac­ciones y los resul­ta­dos. Todo esto requiere redes capaces de proce­sar grandes volúmenes de datos con baja laten­cia.

En resumen, la nue­va Ley de Tele­co­mu­ni­ca­ciones no solo supone un avance para el sec­tor dig­i­tal, sino que tam­bién impul­sará al mer­ca­do de jue­gos de azar en Méx­i­co para que alcance un nue­vo niv­el de com­pet­i­tivi­dad y cal­i­dad.

Rosa Ochoa

La com­bi­nación de conec­tivi­dad, seguri­dad y una reg­u­lación coher­ente será deci­si­va para que Méx­i­co con­solide su posi­ción como uno de los mer­ca­dos de iGam­ing más atrac­tivos de Améri­ca Lati­na.

La ver­dadera juga­da ganado­ra estará en que oper­adores, provee­dores tec­nológi­cos y autori­dades tra­ba­jen en sin­cronía para evi­tar que la brecha dig­i­tal y la infor­mal­i­dad lim­iten el poten­cial de un sec­tor con todas las car­tas para cre­cer.

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