
Costa Rica se perfila como un entorno ideal para integrar soluciones fintech innovadoras en el sector del juego de apuestas. Su sector financiero es robusto, dinámico y cada vez más digital, lo que favorece la adopción de métodos de pago modernos que mejoran la experiencia de los jugadores y aumentan la competitividad del mercado iGaming.
Un indicador clave es el alto nivel de inclusión financiera del país. Según datos del Banco Central de Costa Rica, en 2023, aproximadamente el 89,8 % de la población mayor de 15 años tenía una cuenta bancaria formal, lo que supone un notable incremento respecto a años anteriores.
Esta cifra contrasta con la media regional, que oscilaba entre el 42 % y el 74 % según distintas iniciativas del Banco Mundial y el Global Findex. La población costarricense no solo tiene acceso financiero, sino que también lo utiliza activamente, lo que representa una base sólida para que los operadores de juegos digitales implementen métodos de pago ágiles y seguros.
El sector fintech en Latinoamérica ha experimentado un crecimiento exponencial: entre 2017 y 2023, el número de empresas fintech se multiplicó por más de tres y países como Costa Rica y Panamá demostraron un dinamismo superior al promedio regional, con un crecimiento anual promedio del 44 %.
En Costa Rica, el segmento de pagos digitales está generando un ecosistema vibrante: en 2024, el sector experimentó una notable concentración de empresas fintech especializadas en pagos, proveedores digitales y criptoactivos.
Además, la reducción de la brecha digital ha sido esencial para estas transformaciones. En Costa Rica, aproximadamente el 81 % de la población tiene acceso a internet y la penetración móvil es amplia tanto en entornos urbanos como rurales. Esta conectividad permite a los desarrolladores de tecnología financiera desplegar soluciones directamente al usuario, tanto desde aplicaciones móviles como desde plataformas web, sin importar su ubicación.
En lo que respecta a las tecnologías, Costa Rica está adoptando tendencias clave, como los pagos sin contacto, la biometría, la tokenización y la verificación basada en inteligencia artificial, con el fin de aumentar la seguridad transaccional.
Estas herramientas también benefician directamente al juego de apuestas, en el que se requiere velocidad, precisión y protección contra fraudes. Aunque la adopción de criptomonedas no es masiva, su creciente aceptación en ciertos sectores abre la puerta a modelos de casinos criptográficos o pagos híbridos que combinan activos digitales y fiat.
Flexibilidad regulatoria
Costa Rica no impone regulaciones estrictas sobre los juegos de azar en línea, lo que facilita que los operadores se establezcan y operen sin enfrentarse a barreras excesivas. Esta apertura permite al sector integrar soluciones fintech avanzadas sin demoras ni procedimientos complejos, siempre que se respeten las normativas generales de prevención del blanqueo de capitales y de protección del consumidor.
Para el sector del juego de apuestas, estas condiciones se traducen en oportunidades reales.

La integración de billeteras electrónicas locales, transferencias instantáneas, pagos móviles y opciones criptográficas no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también acelera los procesos operativos, reduce costes y abre canales de monetización diversificados.
Los procesos de incorporación pueden hacerse más rápidos, las retiradas de fondos pueden ser más veloces y los sistemas de prevención del fraude pueden ser más sólidos.
Además, los avances en banca abierta y pagos biométricos permiten una mayor personalización. Las plataformas de iGaming pueden ofrecer montos sugeridos, límites personalizados y alertas inteligentes, adaptándose al perfil del jugador sin comprometer la seguridad. Esto no solo fortalece la fidelidad, sino que también fomenta una oferta responsable centrada en el bienestar del usuario.
En términos de mercado, Costa Rica podría convertirse en un “laboratorio viviente” para las fintech del juego. Permite probar tecnologías emergentes en un entorno favorable, con una rápida adopción por parte de los usuarios y menos fricción regulatoria. Las lecciones de éxito o fracaso pueden servir después para expandirse a mercados similares en Latinoamérica.

En conclusión, Costa Rica presenta un contexto único para que el sector del juego de apuestas absorba el auge fintech. Su alto grado de bancarización, conectividad digital, ecosistema fintech en expansión y un marco regulatorio abierto crean un terreno fértil para la innovación.
Para los operadores de iGaming, se trata de una oportunidad para liderar el diseño de experiencias, los métodos de pago modernos y el crecimiento sostenible. Con una estrategia tecnológica alineada a estas condiciones, Costa Rica puede consolidarse como referente regional en iGaming.