
Google ha dado un paso firme para reforzar las políticas publicitarias en torno a los juegos de azar y apuestas, con cambios que entrarán en vigor el próximo 14 de abril. Estas modificaciones no solo definen con mayor precisión qué constituye contenido relacionado con el juego, sino que también imponen restricciones más estrictas, especialmente a nivel geográfico, y exigen un cumplimiento más riguroso de las normativas por parte de los anunciantes.
El enfoque principal de estas reformas es mejorar la claridad sobre lo que se considera promoción de juegos de azar y garantizar que los anunciantes cumplan con las licencias requeridas, además de respetar las regulaciones locales.
En este sentido, Google ha determinado que cualquier sitio web que enlace directamente a plataformas de apuestas en línea o que facilite servicios de juego será clasificado como un promotor de estas actividades. Los sitios afiliados y agregadores deberán reestructurar su contenido para darle un enfoque informativo o comparativo sobre servicios de juego autorizados, sin incitar directamente a las apuestas.
La nueva política también especifica los países en los que queda totalmente prohibida la publicidad de juegos de azar, como Bulgaria, China y Egipto. Esta lista sustituye el anterior enfoque más amplio de “restricciones por país”, proporcionando así una mayor claridad y orientación para los anunciantes.
Al mismo tiempo, la actualización introduce requisitos adicionales para los anunciantes de casinos sociales, que ahora deberán obtener una certificación específica si también promueven juegos con dinero real. Esta medida tiene como objetivo separar claramente los juegos de azar de los juegos sociales.
Finalmente, Google ha subrayado la necesidad de que los anunciantes mantengan sus licencias de juego actualizadas, exigiendo que notifiquen cualquier cambio en su estatus. En caso de que una licencia sea revocada, suspendida o cancelada, se requerirá una notificación inmediata a Google.
Las violaciones graves o repetidas de estas políticas podrían resultar en la prohibición definitiva de los infractores, consolidando la postura de cero tolerancia frente a los incumplimientos. Con estas medidas, Google busca no solo proteger la legalidad en la publicidad, sino también garantizar un entorno más seguro y regulado para los usuarios.