Fast Track: Liderando desde la pista rápida


Fun­da­da en 2016, Fast Track es una galar­don­a­da provee­do­ra de tec­nología y ser­vi­cios para iGam­ing con la mis­ión de sim­pli­ficar las opera­ciones de jue­gos de azar en línea, escribe Lau­ren Har­ri­son.

Cono­ci­da como líder en el espa­cio de la inteligen­cia arti­fi­cial, la com­pañía, dirigi­da por el CEO y cofun­dador Simon Lidzén, se cen­tra en la creación de inno­va­ciones dis­rup­ti­vas que resuel­ven los desafíos de los oper­adores, al tiem­po que con­ser­van iden­ti­dades de mar­ca úni­cas y ese vital chis­pa­zo humano.

Para obten­er más infor­ma­ción, Lidzén se reunió recien­te­mente con iGam­ing­Fu­ture para dis­cu­tir el impre­sio­n­ante crec­imien­to de su com­pañía, con espe­cial ref­er­en­cia a las posi­bles nuevas apli­ca­ciones de la IA, y su visión para el futuro de nues­tra indus­tria.

Como siem­pre, el Jefe de Con­tenido de iGF, Cur­tis Roach, estu­vo pre­sente para hac­er las pre­gun­tas per­spi­caces en otro fasci­nante tête-à-tête sobre el mis­mísi­mo futuro de iGam­ing.

Esta es una que no te puedes perder. Sigue leyen­do.

Fast Track ha sido un líder en el espa­cio de la IA durante algún tiem­po. Hacia ade­lante, ¿cuáles serán algu­nas de las apli­ca­ciones más ven­ta­josas de la IA que aún no se han real­iza­do o imple­men­ta­do?

“Creo que todavía esta­mos en esta ola de IA donde esta­mos lim­i­ta­dos por nues­tra imag­i­nación, y esto se basa en lo que ya sabe­mos y vemos.

“La tec­nología está pro­gre­san­do más rápi­do que nues­tra capaci­dad de adaptación, así que en el futuro pre­vis­i­ble, seguire­mos apli­can­do la IA para super­ar los cuel­los de botel­la en nues­tra vida cotid­i­ana. Por ejem­p­lo, uti­lizar asis­tentes de IA y tec­nologías rela­cionadas para elim­i­nar pun­tos de dolor y acel­er­ar el tiem­po que lle­va eje­cu­tar ideas y visiones.

“Des­de la per­spec­ti­va de Fast Track, el aspec­to más emo­cio­nante es que la IA empodera a indi­vid­u­os que tienen ideas cre­ati­vas, pero no pueden eje­cu­tar­las o pro­fun­dizar lo sufi­ciente en los datos.

“Tar­eas como con­sul­tar bases de datos o eje­cu­tar ejer­ci­cios com­ple­jos de min­ería de datos a menudo cre­an bar­reras, pero las inter­faces en lengua­je nat­ur­al están empezan­do a elim­i­narlas.

“Pron­to, podrás decir: ‘Cuén­tame sobre este jugador’ o ‘mués­trame esta opor­tu­nidad’, y conec­tarte e explo­rar instan­tánea­mente todos los datos den­tro de Fast Track en múlti­ples dimen­siones. Eso per­mite a los oper­adores lle­gar a con­clu­siones ráp­i­da­mente, ver pun­tos bril­lantes en sus datos y hac­er inge­niería de car­ac­terís­ti­cas a gran escala para entre­gar expe­ri­en­cias impul­sadas por IA de uno-a-uno.

“Esta­mos invir­tien­do mucho en lengua­je nat­ur­al porque creemos en él a largo pla­zo.

“Veo el papel del CRM como evolu­cio­nan­do hacia algo más pare­ci­do a un papel de direc­tor cre­ati­vo, donde no nece­si­tas coor­di­nación a través de múlti­ples equipos para pro­bar una idea. [Un indi­vid­uo] podrá exper­i­men­tar, pro­bar con­cep­tos y mod­e­lar los resul­ta­dos inmedi­ata­mente.

“En últi­ma instan­cia, pien­so que el ver­dadero poten­cial de la IA es su poten­cial para remod­e­lar el com­por­tamien­to del con­sum­i­dor. Pero esto tam­bién es com­pli­ca­do de dis­cu­tir, porque aún no sabe­mos exac­ta­mente cómo se verá esto.

“Pien­sa en cuan­do los smart­phones salieron por primera vez. Ini­cial­mente, la gente solo los veía como telé­fonos con pan­tallas tác­tiles, pero luego se desar­rol­laron apli­ca­ciones, redes sociales y un eco­sis­tema com­ple­ta­mente nue­vo, cosas que nadie imag­inó al prin­ci­pio. La IA gener­ará cam­bios sís­mi­cos sim­i­lares.

“Una cosa que ya está muy clara es que la leal­tad hoy en día se tra­ta de rel­e­van­cia. Y la rel­e­van­cia proviene de con­stru­ir la arqui­tec­tura de infor­ma­ción cor­rec­ta con los datos, luego hac­er­la acce­si­ble y ase­gu­rarse de que fluya ade­cuada­mente. Una vez que se logra eso, puedes actu­ar sobre ella y des­blo­quear la cre­ativi­dad y la inno­vación a veloci­dad.”

La sin­gu­lar­i­dad a menudo se ve como un pun­to de inflex­ión en el con­tex­to de Fast Track y CRM. ¿Qué tan cer­ca están de alcan­zar su visión ini­cial de con­stru­ir una platafor­ma de par­tic­i­pación auto­di­dac­ta?

“Nues­tra visión como com­pañía siem­pre ha sido crear tec­nología auto­di­dac­ta. Pero no se tra­ta solo de que el sis­tema apren­da por sí solo. Tam­bién se tra­ta de poder con­fi­ar com­ple­ta­mente en una platafor­ma donde tomas tu estrate­gia de CRM, la car­gas y luego con­fías en que la platafor­ma opere den­tro de los obje­tivos y límites que has pro­gra­ma­do. Esta­mos más cer­ca de lograr esto que nun­ca, pero todavía hay un largo camino por recor­rer.

“Miran­do hacia atrás, uno de los primeros desafíos que Fast Track asum­ió fue repen­sar la arqui­tec­tura de los sis­temas de CRM. Esto resultó ser la decisión cor­rec­ta.

“Los sis­temas de CRM tradi­cionales son muy lim­i­ta­dos, dis­eña­dos para apun­tar a un grupo de jugadores, una cam­paña a la vez, y con una úni­ca trans­fer­en­cia de datos diaria. Pero ese tipo de con­fig­u­ración ya no es sufi­ciente, espe­cial­mente en entornos oper­a­tivos donde la rel­e­van­cia gob­ier­na y las inter­ac­ciones en tiem­po real lo son todo. Así que empezamos des­de cero y con­stru­imos de man­era difer­ente.

“Creamos una arqui­tec­tura en tiem­po real donde los datos y per­files de los jugadores se actu­al­izan al instante con cada acción.

“Además, nue­stros mod­e­los de IA anal­izan el com­por­tamien­to y las pref­er­en­cias en tiem­po real, pro­por­cio­nan­do infor­ma­ción procesable.

“Tam­bién con­stru­imos un ban­co de rec­om­pen­sas, pro­mo­ciones y men­sajes lis­tos para salir. Para unir estas dos áreas, luego nos con­cen­tramos en nue­stro motor de sin­gu­lar­i­dad, que com­bi­na al jugador y la expe­ri­en­cia de la man­era más efec­ti­va.

“Tam­bién hemos inver­tido en Gre­co, que es nue­stro sis­tema de gestión de ries­gos de juego. Esto ase­gu­ra que no esta­mos lan­zan­do pro­mo­ciones a jugadores donde no es apropi­a­do. Y hemos desar­rol­la­do una capa de gam­i­fi­cación lista para la IA para super­ar las lim­ita­ciones de las estrate­gias tradi­cionales de bonifi­cación y com­pro­miso.

“Aho­ra, con nues­tras capaci­dades de lengua­je nat­ur­al, que imple­mentare­mos en los próx­i­mos meses, esta­mos elim­i­nan­do los cuel­los de botel­la en torno a la creación.

“Así que sí, nos esta­mos acer­can­do, no muy cer­ca, pero lo sufi­cien­te­mente cer­ca como para que las primeras fas­es ya sean una real­i­dad. Los ele­men­tos de autoapren­diza­je ya están pre­sentes, pero durante el próx­i­mo año o dos, los inte­graremos más estrechamente para que tra­ba­jen de man­era simultánea y holís­ti­ca: Con­struyen­do un ver­dadero sis­tema auto­di­dac­ta que orqueste todo el eco­sis­tema.”

La IA tiene el poder de ofre­cer expe­ri­en­cias per­son­al­izadas a gran escala, pero sin un toque humano. ¿Qué tan difí­cil será encon­trar un equi­lib­rio entre la autom­a­ti­zación y las inter­ac­ciones autén­ti­cas con los clientes?

“Nue­stro obje­ti­vo no es elim­i­nar a los humanos del pro­ce­so. De hecho, el ele­men­to humano es clave para con­stru­ir una iden­ti­dad de mar­ca exi­tosa.

“Cada oper­ador y mar­ca es úni­co, y estas difer­en­cias son emo­cio­nantes e impor­tantes. Las mar­cas tienen su propia cul­tura, mer­ca­dos, pro­duc­tos y val­ores. Esto sig­nifi­ca que no puedes sim­ple­mente conec­tar un sis­tema úni­co de CRM que sir­va para todo. Los humanos nece­si­tan dar­le for­ma y pro­por­cionar aut­en­ti­ci­dad para los con­sum­i­dores.

“El papel de la IA es acel­er­ar las cosas, pero el arte, la cre­ativi­dad y la chis­pa orig­i­nal siguen sien­do humanos. En el pasa­do, el esfuer­zo a menudo se equipara­ba con val­or, cuán­tas cam­pañas y pro­mo­ciones se eje­cuta­ban, cuán­to con­tenido se cre­a­ba, pero aho­ra se tra­ta de rel­e­van­cia y res­o­nan­cia.”

¿Qué tan estrechamente vin­cu­la­da está la evolu­ción de la IA y el crec­imien­to futuro de Fast Track? ¿Son los dos mutu­a­mente excluyentes?

“Diría que los dos se mueven de la mano. Fast Track se ha ben­e­fi­ci­a­do de los cam­bios tec­nológi­cos porque somos curiosos y los abor­damos con una men­tal­i­dad de prue­ba y error. Tam­bién nos hemos ben­e­fi­ci­a­do de un buen momen­to.

“No perseguimos cada aveni­da, invir­tien­do dinero en ideas donde no vemos resul­ta­dos tan­gi­bles. En cam­bio, vivi­mos en el pre­sente y aprovechamos la tec­nología tan­to como sea posi­ble para resolver los prob­le­mas que vemos.

“Este enfoque es prag­máti­co y se cen­tra en resolver los prob­le­mas de hoy con las her­ramien­tas disponibles, en lugar de inver­tir en futur­os hipotéti­cos.

“Nue­stro crec­imien­to se tra­ta de alin­eación. A medi­da que la IA evolu­ciona, se cre­an avenidas nat­u­rales y cuan­do esto sucede, nos adap­ta­mos ráp­i­da­mente y creamos solu­ciones nuevas que resuel­ven desafíos com­ple­jos, pero esta­mos arraiga­dos en el aquí y aho­ra, dejan­do que las cosas evolu­cio­nen de for­ma nat­ur­al y respon­di­en­do.”

Nota del edi­tor: 

La IA puede estar ree­scri­bi­en­do las reglas y ofre­cien­do posi­bil­i­dades aparente­mente infini­tas para la inno­vación, pero Fast Track no per­sigue cada aveni­da. En cam­bio, su enfoque está en la autom­a­ti­zación inteligente que resuelve desafíos reales de los oper­adores, en el pre­sente.

Para Simon, la mis­ión es clara: Con­stru­ir sis­temas auto­di­dac­tas que reten­gan y resalten la iden­ti­dad de la mar­ca, al tiem­po que lib­er­an a los oper­adores para con­cen­trarse en lo que hacen mejor: crear pro­duc­tos exce­lentes.

En su opinión, la autom­a­ti­zación se tra­ta de elim­i­nar cuel­los de botel­la, per­mi­tir que los oper­adores exper­i­menten fácil­mente y acel­er­ar pro­ce­sos nor­mal­mente inten­sivos en recur­sos, pero no incluye elim­i­nar la “chis­pa humana” tan impor­tante. La humanidad sigue sien­do vital para pro­por­cionar aut­en­ti­ci­dad.

Entonces, ¿cómo se ve el futuro y cuál es la ima­gen más grande?

Simon cree que la IA causará cam­bios sís­mi­cos en el com­por­tamien­to del con­sum­i­dor; es un cam­bio de juego tan grande como la creación de los smart­phones y la predic­ción de su impacto prob­a­ble es com­ple­ja.

Con esto en mente, abo­ga por que la mejor estrate­gia es per­manecer con los pies en la tier­ra. Ser adap­ta­ti­vo a las nuevas tec­nologías. Y dejar que la inno­vación evolu­cione nat­u­ral­mente.

Sigu­ien­do este enfoque incre­men­tal, Simon cree que inclu­so los desafíos que pare­cen insu­per­a­bles pron­to ten­drán solu­ción.

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