El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, confirmó que su gobierno tiene la intención de cobrar un impuesto del 15 por ciento al sector de apuestas deportivas en el país. La medida es vista como una forma de estimular la economía ecuatoriana.
En agosto, Lasso prohibió la publicidad de las casas de apuestas deportivas en el país generando el rechazo de la LigaPro, la primera división de fútbol del Ecuador.
Según supo iGaming Futuro, el 15 por ciento de impuesto se aplicará a los operadores sobre sus ingresos totales por ganancias, mientras que los jugadores estarían obligados a abonar otro 15 por ciento sobre el valor de sus apuestas.
Si el usuario gana, esa ganancia también debe pagar el 15 por ciento sobre el valor del premio. “Tanto los operadores de apuestas deportivas nacionales como internacionales estarán sujetos a este impuesto, que se calcula sobre la base de los ingresos totales de su bolsa de premios”, informó el gobierno a Tercera Información.
“Al imponer un impuesto a las transacciones, el gobierno tiene la intención de emplear esta fuente de ingresos para financiar importantes proyectos y servicios gubernamentales” aseguró el vocero.
Según una investigación del Poder Ejecutivo, 23 sitios de apuestas deportivas entrarían como parte de esta iniciativa del gobierno. Dentro de la industria el impuesto se vio con malos ojos ya que el temor es que el usuario simplemente va a apostar en sitios que no estén dentro de la lista que mostró el gobierno para evitar pagar los impuestos.
Para muchos que trabajan en el mercado de apuestas deportivas en Ecuador la medida en contra de la publicidad y el posible impuesto a los sitios dificulta más las operaciones en el país.
Sobre la no publicidad de sitios de apuestas la LigaPro emitió un comunicado, “Queremos expresar nuestro profundo rechazo y nuestra más enérgica protesta ante la reciente inclusión de una prohibición a la publicidad de predicciones deportivas en el Reglamento a la Ley de Comunicación…
“Seguramente, el Gobierno Nacional desconoce que la pretendida prohibición amenaza con debilitar significativamente la sostenibilidad financiera del fútbol…parece que el Gobierno tampoco conoce que los clubes han hecho sus respectivos presupuestos a largo plazo con base en estos ingresos, precisamente también para los pagos a sus jugadores, entrenadores, proveedores y demás partícipes de esta industria”, señaló el comunicado.