
Hongos comúnmente llamados “Hongo Mágicos”–más específicamente su compuesto activo, la psilocibina–podrían revolucionar la manera en que se trata la adicción al juego.
Esa es una de las increíbles conclusiones del reciente Congreso Nacional de 2025 sobre el Problema del Juego, celebrado en Columbus, Ohio en EE.UU., entre el 14 y el 16 de julio.
El evento reunió a expertos líderes, reguladores y partes interesadas de la industria del juego para conectar, aprender y contribuir en formas de combatir el juego problemático.
Entre los temas innovadores de la conferencia estaba el enfoque en los nuevos métodos para tratar la adicción al juego.
Y una de las sesiones que más dio de qué hablar vino de cortesía de Pedro Romero, un renombrado consultor de juego seguro, psicólogo y experto en terapia asistida por psicodélicos, quien compartió sus visionarios conocimientos sobre cómo la nueva investigación está cambiando el diálogo en torno al tratamiento de la adicción al juego.
Psicodélicos
El concepto de usar psicodélicos para tratar adicciones no es nuevo.
Investigaciones sobre sustancias como el LSD y la psilocibina comenzaron ya en la década de 1940.

Sin embargo, debido a la naturaleza más controvertida, la reacción política, el auge de la industria farmacéutica y la reclasificación de muchos psicodélicos en los años 60 y 70, este ámbito fue relegado a la clandestinidad durante décadas.
No obstante, en la última década, la investigación en este área ha experimentado un resurgimiento, ofreciendo resultados extremadamente prometedores.
Y esto es lo que la ciencia nos indica hasta ahora.
Tan solo una única dosis de psilocibina, tomada en sesiones terapéuticas controladas, ha demostrado provocar cambios profundos en la actitud y percepción, a menudo descritos como un estado de conciencia “psico-espiritual”.
Estas sesiones pueden iniciar un período de neuroplasticidad incrementada, durante el cual el cerebro se vuelve más maleable y flexible, permitiendo formar nuevas conexiones y romper patrones antiguos.
Específicamente, interrumpe la Red Modal Predeterminada (RMP), que está asociada con el pensamiento autorreferencial, la rumiación y patrones de pensamiento rígidos, también reduciendo el flujo sanguíneo en áreas asociadas con el miedo y el estrés.
Adicción al Juego
Según Romero, esta neuroplasticidad aumentada, así como la experiencia psicológica de la dosis inicial, crea una oportunidad para abordar el trauma–la raíz de muchos comportamientos adictivos–y por lo tanto la compulsión.
En la última década, instituciones líderes, incluyendo la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, NYU Langone, UCLA en California e Imperial College London, han publicado investigaciones que atestiguan el éxito a largo plazo de la terapia asistida con psilocibina en el tratamiento de condiciones como depresión, ansiedad, abuso de sustancias y TEPT.
Actualmente se están llevando a cabo estudios que investigan su potencial para tratar adicciones conductuales, incluyendo al alcohol, la nicotina y la adicción al juego.
Aunque Romero es rápido en advertir contra la idea de ver la psilocibina como una solución mágica para la adicción al juego, dice: “Es el primer enfoque que hemos encontrado que parece resolver los motores subyacentes de la adicción al juego — no solo suprimir los síntomas.”
Y, fundamentalmente, a diferencia de los tratamientos farmacológicos tradicionales, que a menudo dependen de medicamentos a largo plazo y cambios en el comportamiento cognitivo, la terapia asistida por psilocibina se centra en la resolución del trauma y la integración emocional.
En resumen, busca sanar a la persona, no solo el hábito.
Retirada, Reconfiguración
Aunque Romero reconoce que aún estamos lejos de prescribir la psilocibina como una vía de tratamiento–a pesar de que la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. otorgara a la psilocibina la designación de “Terapia Innovadora”, lo que acelera los ensayos médicos basados en resultados iniciales prometedores–, cree que es algo de lo que las personas deberían estar conscientes y, lo más importante, poder participar.

En esa línea, y para avanzar más en su investigación, Romero, en conjunto con Heroic Hearts Project UK, está llevando a cabo el primer retiro de terapia asistida por psilocibina para adictos al juego en los Países Bajos este octubre.
Albergado en un país donde los Hongos Mágicos son legales, el retiro ofrecerá tratamiento totalmente financiado a veteranos militares, personal de servicios de emergencia y ex atletas profesionales, en un entorno guiado y controlado, y será seguido por terapia continua.
Actualmente, los retiros privados siguen siendo uno de los pocos medios a través de los cuales los individuos pueden acceder a terapia asistida por psicodélicos, la mayoría de los cuales son autofinanciados y se llevan a cabo en países donde estas drogas están permitidas, lo cual, para muchos adictos, crea una doble barrera para el tratamiento: ubicación y finanzas.
Para seguir avanzando en el campo y hacer este tipo de tratamiento más ampliamente disponible, se necesita más financiamiento público.
Hasta la fecha, la mayoría de los fondos han sido privados, lo que ha limitado su alcance y su impacto final, y los estudios centrados en la adicción al juego son escasos.
Pero en una industria donde cada vez nos enfocamos más en el bienestar del jugador y la sostenibilidad, más allá de solo hacer apuestas, este ámbito de investigación–utilizando Hongos Mágicos para abrir las puertas de la adicción–es demasiado prometedor como para ignorarlo.