En el ICE 2025 Barcelona, el evento de networking más grande de la industria del iGaming, el abogado brasileño de iGaming Udo Seckelmann habló con iGaming Business y compartió sus reflexiones sobre la narrativa que rodea a la industria en Brasil.
El mercado brasileño continúa su largo camino hacia una regulación adecuada y la transparencia. El 2024 fue un año clave para la industria del iGaming en Brasil, ya que se aprobó una regulación que cubre todos los medios legales necesarios para que los operadores puedan operar en el país.
Desde leyes estrictas sobre impuestos hasta las directrices que cada operador debe seguir para estar en el país, el camino hacia la transparencia en Brasil ha sido accidentado, pero a medida que ingresamos al 2025, el panorama de la industria nunca ha sido más claro.
Solo en 2024, los operadores en Brasil gastaron 96 millones de dólares en publicidad televisiva, mientras que una encuesta realizada por Onze reveló que el 44% de los usuarios en Brasil depositan fondos para apostar mediante tarjeta de crédito. Los usuarios brasileños apuestan, en promedio, entre 16 y 82 dólares, y el 33% está en universidades o tiene un título universitario.
Aunque no se puede negar que en Brasil la industria del iGaming está floreciendo, creando empleos y firmando contratos de patrocinio multimillonarios con algunos de los principales equipos de fútbol del país, también existe la percepción de que tener muchos clientes en los sitios de apuestas podría perjudicar a otras industrias.
Algunos políticos brasileños siguen sugiriendo que los brasileños están gastando más de lo que pueden en los sitios de apuestas, lo que afecta a otras áreas del comercio, como marcas de ropa, electrónica, entre otras. Además, políticos e influenciadores en la política brasileña creen que hay un problema moral al permitir tanta exposición al iGaming.
Durante su intervención en el ICE 2025 Barcelona, y según un informe de iGaming Business, el abogado brasileño y jefe de apuestas y criptomonedas en Bichara e Motta Advogados, Udo Seckelmann, considera que esta narrativa está siendo impulsada por un sector de la política brasileña cuyo objetivo siempre ha sido cerrar la industria del iGaming en Brasil. “Estamos viviendo en medio de una guerra narrativa. Lo que aparece al público en general es que todo este dinero es gastado y perdido por los apostadores en Brasil. Eso no es cierto. Pero [los informes] están moldeando la opinión pública sobre eso. Y, por supuesto, la consecuencia [de esto] es que está influyendo en la opinión del Congreso”, afirmó Seckelmann a iGaming Business.
El Congreso brasileño sigue investigando los informes sobre los brasileños que gastan más de lo que pueden para realizar apuestas en plataformas de apuestas en Brasil, mientras que el 2025 se perfila como un año en el que Brasil continuará perfeccionando sus nuevas leyes regulatorias.