En un artículo de opinión escrito por José Francisco Cimino Manssur en Poder360, el profesor de derecho deportivo y abogado sostiene que prohibir las apuestas en línea sería un gran golpe para una industria en crecimiento en Brasil.
Cimino Manssur, quien se desempeñó como asesor especial en la Secretaría Ejecutiva del Ministerio de Finanzas, responsable de regular las apuestas deportivas y los juegos en línea, afirmó que Brasil tardó “años” en regular su mercado de apuestas y que el país se había posicionado como “uno de los más modernos y restrictivos del mundo. Esta regulación ni siquiera ha entrado en pleno vigor, lo que hace imposible evaluar sus resultados prácticos.”
El contexto surge tras la presentación de un proyecto de ley por parte del senador Sérgio Petecão, que busca prohibir las apuestas en línea, permitiendo únicamente las apuestas físicas. En menos de una semana, otro proyecto de ley del diputado federal Cleber Verde (MDB-MA) propone aumentar el impuesto sobre los ingresos brutos del juego del 12% al 20%.
Estas situaciones ya han causado reacciones adversas, con operadores que invierten menos en comerciales de televisión y empresas como Better Collective despidiendo empleados debido a la incertidumbre del mercado brasileño.
Cimino Manssur escribe que todas estas medidas están perjudicando un mercado que recibió más de cien solicitudes al gobierno para comenzar operaciones en Brasil. “Estas solicitudes iban acompañadas de una extensa lista de documentos sobre el establecimiento de sedes, los sitios web y aplicaciones de los operadores en Brasil, la presentación de políticas de juego responsable, cumplimiento y certificados de buena reputación para los socios. Si se autoriza, cada una de estas empresas deberá pagar 5 millones de dólares para completar el proceso de autorización”.
Cimino Manssur continúa: “Prohibir las apuestas ahora—antes de que las empresas sean autorizadas o poco después—especialmente antes de evaluar los resultados prácticos de la regulación, significa que todo el proceso iniciado en los últimos dos años habría sido inútil, y todo el esfuerzo y los recursos de las empresas interesadas en operar en el mercado regulado habrían sido en vano. Además, transmitirá el mensaje de que toda la política regulatoria ampliamente discutida entre el gobierno y el Congreso fue solo una fachada”.
Cimino Manssur concluye su editorial planteando la pregunta de cómo se vería Brasil ante el resto del mundo cuando las leyes y requisitos más básicos necesarios para hacer crecer una industria enfrentan constantes bloqueos y retrocesos.
Por otro lado, muchos legisladores en Brasil están preocupados por el creciente número de jóvenes que realizan apuestas; estadísticas han mostrado que adolescentes tan jóvenes como de 16 años están realizando sus primeras apuestas en línea.
Estas mismas preocupaciones se repiten en otro mercado, como el de Argentina, que busca prohibir ciertos tipos de anuncios, como los de celebridades influyentes que alientan a sus seguidores a registrarse en sitios ilegales, y también tiene inquietudes sobre el número de jóvenes que están apostando en línea.