
Después de la paliza de 5–0 que el PSG le propinó a su equipo patrocinado, el Inter de Milán, en la final de la Liga de Campeones, Betsson ahora ha recibido una doble dosis de malas noticias regulatorias: la compañía enfrenta multas en su país y una expansión fallida en el extranjero, lo que podría ser suficiente para dejar a sus líderes ansiando un largo descanso de verano mientras se dirigen a la sala de juntas.
El primer golpe llegó por cortesía de la Autoridad Sueca del Juego, Spelinspektionen, que multó a Betsson Nordic con 6,5 millones de coronas suecas (485.000 libras esterlinas/560.000 euros) y emitió a la empresa una advertencia formal el 2 de junio.
El regulador citó deficiencias en los procesos de lucha contra el lavado de dinero y la debida diligencia de la empresa, incluida la verificación de la fuente de fondos del consumidor.
La investigación, iniciada en mayo de 2024, revisó 10 cuentas seleccionadas al azar de una lista de 50 consumidores de entre 18 y 29 años que habían realizado los mayores depósitos totales.
De las 10 cuentas, ocho revelaron violaciones.
A un jugador se le permitió realizar 181 depósitos, por un total de 133.584 coronas suecas (10.260 £/12.132 €) en un solo mes, pero la empresa lo clasificó como de bajo riesgo. A otro se le permitió depositar 491.950 coronas suecas (37.787 £/44.676 €) en cuatro meses, a pesar de que sus ingresos eran significativamente inferiores, de 310.000 coronas suecas (23.805 £/28.151 €).
Deficiencias
La Spelinspektionen calificó las deficiencias de “graves y sistemáticas”.
Afortunadamente para Betsson, las infracciones ocurrieron antes de la Revisión de la Ley Sueca del Juego de 2024, que eliminó el límite máximo de 1 millón de euros (850.000 libras) por incumplimiento de la normativa AML. Con el nuevo sistema, que no aplica en este caso, las sanciones se calculan ahora en función de los ingresos brutos del juego (GGR) de la empresa.
Betsson no estaba solo. Snabbare y TSG Interactive, el operador de PokerStars propiedad de Flutter Entertainment, también fueron multados con 5,5 millones de coronas suecas (422.345 £/499.455 €) y 7 millones de coronas suecas (537.530 £/635.670 €), respectivamente, por incumplimientos similares.
En el caso de Snabbare, a un jugador se le permitió depositar la asombrosa cantidad de 3,24 millones de coronas suecas (248.799 libras esterlinas/294.224 euros) durante siete meses, a pesar de haber ganado solo una fracción de esa cantidad: 571.000 coronas suecas (43.832 libras esterlinas/51.872 euros). La cuenta del jugador activó seis alarmas, que la empresa posteriormente desestimó.
En cuanto a TSG Interactive, sus violaciones fueron de gran alcance y estructurales: su sistema no generó alertas para las cuentas de jugadores que deberían haber generado señales de alerta y no se implementó una diligencia debida mejorada.
Si te preguntas por qué Snabbare recibió una multa menor que Betsson, la respuesta no está clara.
De vuelta a Betsson
El segundo éxito de la semana para Betsson llegó con la noticia de que está abandonando los planes de reingreso al mercado holandés, poniendo fin a su adquisición de Holland Gaming Technology Ltd y Holland Power Gaming BV en febrero de 2024, después de más de un año de espera por la aprobación regulatoria requerida.
El acuerdo expiró en la fecha límite acordada después de que la Kansspelautoriteit (KSA), la autoridad holandesa del juego, no emitiera la aprobación a tiempo.
El resultado le ha costado a la compañía 800.000 euros (680.000 libras) en concepto de indemnización, lo que significa que Betsson recupera 26,7 millones de euros (22,04 millones de libras) del precio original pagado de 27,5 millones de euros (22,68 millones de libras).
Y este no es el primer tropiezo de Betsson en los Países Bajos.
En 2023, la empresa retiró su solicitud de licencia, alegando retrasos significativos y costosos. Con la adquisición de las dos empresas prelicenciadas, Betsson esperaba agilizar su acceso al mercado neerlandés, una jurisdicción que generó 1.470 millones de euros (1.200 millones de libras) en ingresos brutos brutos (GGR) el año pasado, un 6 % más que en 2023.
A pesar del revés, Betsson ahora dice que está mirando hacia el futuro y planea “buscar otras oportunidades de negocio” con los fondos holandeses devueltos.
Quizás empezarán a explorar acuerdos de patrocinio con el PSG.
Al fin y al cabo, a todo el mundo le encanta un ganador.