
Tras una investigación que duró casi dos años, la comisión reguladora independiente de la Asociación de Fútbol (FA) absolvió al centrocampista del West Ham y de la selección brasileña Lucas Paquetá fue absuelto de cargos de manipulación de apuestas por falta de pruebas.
La FA alegó que había obtenido deliberadamente cuatro amonestaciones en partidos de la Premier League mientras jugaba para el West Ham entre noviembre de 2022 y agosto de 2023. Pero la asociación no pudo probar los cargos que podrían haber llevado a una prohibición de por vida contra el jugador.
Paquetá, quien ha jugado 55 partidos con la selección de Brasil, negó haber obtenido amonestaciones intencionalmente para afectar el mercado de apuestas.
En una publicación en Instagram, Paquetá agradeció a su familia, a su equipo legal y al West Ham por su apoyo durante la investigación.
Aunque evitó ser sancionado por amaño de partidos, la FA declaró a Paquetá culpable de dos infracciones de la Regla F3 de la FA, por no cumplir con la obligación de responder preguntas y proporcionar información para la investigación.
La comisión reguladora dijo que decidirá la sanción correspondiente por estos cargos lo antes posible.
El amaño de partidos ha amenazado al auge de las apuestas deportivas en Latinoamérica por su frequencia, socavando la credibilidad del juego y la transparecia que requieren los apostadores.
Denuncia contra Bruno Henrique
Mientras tanto, en Brasil, país donde se registró el mayor número de casos de sospecha de amaño de partidos el año pasado, la Fiscalía de Justicia Deportiva presentó una denuncia contra el delantero del Flamengo, Bruno Henrique, y otras cuatro personas por amaño de partidos relacionados con apuestas deportivas.

Bruno Henrique podría enfrentar una suspensión de hasta dos años, una suspensión de 24 partidos y una multa de hasta R$200.000 reales (US$36.000). Aún no se ha fijado la fecha del juicio.
La denuncia se deriva de una investigación al jugador por forzar una tarjeta amarilla y beneficiar a apostadores en el Campeonato Brasileño de 2023 entre Flamengo y Santos.
En ese momento, solo existían indicios de una correlación entre la anomalía detectada en el mercado de apuestas y la tarjeta amarilla mostrada al jugador, sin pruebas que demostraran una relación causal entre el evento deportivo y las acciones ilegales de los responsables. La situación cambió por completo después de que la Policía Federal concluyó la investigación y compartiera las pruebas con el Departamento de Justicia Deportiva.
La investigación determinó que el atleta Bruno Henrique se obligó a recibir una tarjeta amarilla, ya que esta conducta había sido comunicada previamente a su hermano, Wander Nunes Pinto Junior, mediante mensajes intercambiados en una aplicación de mensajería.
Según la policía, Bruno Henrique actuó deliberadamente para defraudar el evento al compartir información privilegiada con su hermano, Wander, quien realizó apuestas el día antes del partido utilizando su cuenta y la de su esposa en una plataforma de apuestas.
Además, el hermano de Bruno Henrique compartió la información con amigos para que también apostaran, buscando obtener una ventaja injusta en detrimento de los intereses de las casas de apuestas.