
En una entrevista exclusiva con Andrea Rossi, Commercial Director para el sur de Europa y Latinoamérica en Betsson Group, conversamos sobre el estado actual del mercado de apuestas online en la región.
Junto a Rossi analizamos el panorama actual del iGaming, cómo se mide el éxito en un entorno marcado por cambios regulatorios, el papel creciente de la inteligencia artificial y qué puede deparar el futuro para la industria en Latinoamérica.
IGF: ¿Qué países de Latinoamérica ofrecen actualmente el mayor potencial no explotado para el iGaming y por qué?
AR: Actualmente, hay varios mercados en Latinoamérica que presentan un gran potencial no explotado para el iGaming. Si bien países como Colombia, México y recientemente Brasil han avanzado en la regulación del sector, otras jurisdicciones aún se encuentran en etapas tempranas de desarrollo, lo que representa oportunidades significativas para operadores e inversores.
En general, Latinoamérica es una región con alto potencial de crecimiento. La combinación de una población joven, una creciente penetración digital, hábitos de consumo cada vez más digitales y una afición cultural fuerte por el entretenimiento y el deporte hacen de esta región un terreno fértil para el desarrollo del iGaming.
Sin embargo, aún existe una alta penetración de operadores no regulados en muchos países, lo que representa un reto y una oportunidad. Es urgente canalizar a los usuarios hacia entornos regulados para proteger al consumidor, combatir el juego ilegal y, al mismo tiempo, fortalecer e impulsar las economías locales a través de impuestos, empleo y transferencia tecnológica.
Al evaluar el potencial de los mercados, es clave que los marcos regulatorios emergentes sean atractivos: deben ofrecer estructuras impositivas competitivas, requisitos flexibles y modernos, y un enfoque claramente pro-business. Esto es esencial para atraer inversión internacional y permitir que los operadores puedan ofrecer productos de calidad bajo un entorno de cumplimiento realista y sostenible.
IGF: ¿Qué KPIs priorizas para medir el éxito en esta región?
AR: Dado que Latinoamérica es una región en plena expansión para el iGaming, priorizamos métricas relacionadas con la adquisición de usuarios. El crecimiento sostenido de la base de jugadores es fundamental para establecer una presencia sólida en mercados tanto regulados como emergentes.
Actualmente, nos enfocamos especialmente en tres indicadores clave relacionados a los nuevos jugadores: conversión de nuevos jugadores a FTDs, retención de los mismos y CLTV (Customer Lifetime Value). Estos KPIs son clave para evaluar no solo la eficacia de nuestras estrategias de marketing y adquisición, sino también la calidad de la experiencia ofrecida y la sostenibilidad del modelo operativo en el largo plazo.
Además, con la creciente presión por parte de los reguladores en la región para implementar procesos más robustos de verificación de identidad (KYC), es esencial incluir en nuestros análisis métricas relacionadas con la experiencia del cliente (CX) y la usabilidad (UX). Una fricción excesiva en los procesos puede afectar negativamente la conversión y la retención, por lo que optimizar estos puntos de contacto se vuelve clave para el éxito en mercados regulados y en proceso de regulación.
IGF: ¿Cuál es tu enfoque para navegar la regulación fragmentada entre las distintas jurisdicciones en Latinoamérica?
AR: Es una excelente pregunta, ya que uno de los principales retos en Latinoamérica es precisamente la fragmentación regulatoria entre los distintos países.
Nuestro enfoque se basa en generar fuertes sinergias entre los equipos locales y los equipos centrales. Los equipos locales aportan un conocimiento profundo del contexto, la sensibilidad cultural y el entendimiento de las dinámicas regulatorias específicas de cada mercado. Por su parte, los equipos centrales garantizan eficiencia operativa, escalabilidad y cumplimiento transversal, alineando la estrategia general con las mejores prácticas globales.
Este modelo híbrido nos permite adaptarnos rápidamente a los cambios regulatorios, optimizar recursos y sostener un crecimiento sostenible y ordenado en una región que está evolucionando rápidamente y que presenta oportunidades significativas en los próximos años.
IGF: ¿Hay tecnologías o tendencias destacadas (por ejemplo, apuestas con criptomonedas, juegos sociales, casino en vivo) que estén ganando fuerza en Latinoamérica y que difieran de las tendencias globales?
AR: América Latina ha estado históricamente muy orientada hacia las apuestas deportivas online, impulsadas también por operadores con presencia territorial a través del retail. Sin embargo, con la expansión acelerada de la digitalización —especialmente desde dispositivos móviles— hemos observado un crecimiento sostenido del casino online, incluyendo slots, juegos de mesa, casino en vivo y crash games, que han tenido un fuerte crecimiento en los últimos años.
En varios mercados de la región, estas verticales ya representan más del 50% del share of wallet, consolidándose como una actividad clave para Betsson en la región.
En cuanto a innovación, la adopción de criptomonedas está transformando la forma en que los usuarios interactúan con el juego online. No se trata solo de métodos de pago alternativos, sino de una experiencia completamente diferente de onboarding y acceso, habilitada por blockchain wallets. Estas ofrecen mayor seguridad, anonimato y una experiencia sin fricción, en contraste con los procesos de registro y verificación tradicionales, que en muchos casos resultan demasiado complejos o burocráticos.
Además, la inteligencia artificial está marcando un punto de inflexión en la industria. Cada vez más operadores están incorporando IA en áreas clave del negocio: desde motores de recomendación personalizados para juegos y apuestas, hasta funciones críticas como la detección de juego problemático, prevención de fraude y optimización de operaciones.
Estas nuevas tendencias representan un desafío clave para los reguladores de la región, quienes no pueden ignorar su creciente adopción. Si los marcos regulatorios buscan aumentar la canalización hacia operadores licenciados, será fundamental que incorporen regulaciones modernas que contemplen el uso de criptoactivos. Hoy en día, muchos operadores que ofrecen juegos con criptomonedas operan con éxito al margen de los marcos legales, lo cual subraya la necesidad urgente de una agenda regulatoria innovadora y alineada con las nuevas realidades tecnológicas del sector.
IGF: ¿Cuál ha sido tu decisión comercial más impactante en la región de Latinoamérica hasta ahora?
AR: Han sido varias las decisiones estratégicas importantes, pero si miramos hacia atrás, la más impactante a nivel de negocio ha sido, sin duda, la entrada al mercado regulado de Argentina.
En su momento, fue una apuesta audaz, considerando las complejidades económicas, políticas y regulatorias que atravesaba el país. Sin embargo, desde Betsson siempre tuvimos la convicción de que Argentina tenía un enorme potencial, tanto por su tamaño de mercado como por su cultura profundamente arraigada al deporte y a los juegos de casino.
Esa decisión estratégica ha demostrado ser acertada: nuestro crecimiento en el mercado argentino ha sido sólido y sostenido, y hoy representa una parte fundamental de nuestra operación en la región. Es un claro ejemplo de cómo una visión a largo plazo, combinada con ejecución local y conocimiento del contexto, puede traducirse en un caso de éxito.
IGF: ¿Cómo ayudan las alianzas locales en el cumplimiento regulatorio y los procesos de licenciamiento?
AR: Las alianzas locales son absolutamente clave. Si bien Betsson es una compañía internacional con más de 60 años de experiencia en la industria del gaming, el éxito que estamos teniendo en Latinoamérica —una región en la que crecimos más del 70% en el Q1 de 2025 vs Q1 de 2024— se debe en gran parte al apoyo estratégico de nuestros socios locales.
Estas alianzas nos permiten definir estrategias adaptadas a cada mercado, entender en profundidad los marcos regulatorios específicos y, sobre todo, “abrazar” la cultura local. Esa cercanía con el entorno nos ayuda a navegar con mayor eficacia los procesos de licenciamiento, cumplir con los requisitos normativos y construir relaciones de confianza con las autoridades locales.
En nuestros mercados core de Latinoamérica, estos socios han sido fundamentales para acelerar nuestra entrada, operar con agilidad y asegurar un enfoque de cumplimiento sostenible, todo mientras mantenemos los estándares de calidad y transparencia que caracterizan a Betsson a nivel global.
IGF: ¿Cómo ves la evolución de las regulaciones del iGaming en mercados clave de Latinoamérica como Brasil, Colombia o México en los próximos 2 a 3 años?
AR: La industria del iGaming evoluciona de forma muy rápida y dinámica, por lo que es fundamental que los reguladores en la región adapten sus marcos normativos de manera ágil y abracen las nuevas tendencias tecnológicas y operativas. Regulaciones flexibles, modernas y bien estructuradas son clave para garantizar un desarrollo saludable del mercado.
Entre los mercados clave, Brasil destaca como el país con mayor potencial de crecimiento exponencial dentro de un entorno regulado. Sin embargo, esto dependerá de la capacidad del país para combatir la ilegalidad y canalizar efectivamente a los jugadores hacia operadores licenciados. El marco ya aprobado es un paso importante, pero su implementación será determinante para el éxito a largo plazo.
Colombia y México también siguen siendo mercados prioritarios. Colombia ha sido pionera en la región y sirve como referencia, aunque su marco requiere actualizaciones para mantenerse competitivo. México, por su parte, aún necesita mayor claridad y modernización regulatoria para atraer inversión formal y fomentar un ecosistema más robusto.
Lamentablemente, en los últimos tiempos hemos visto ejemplos de decisiones que van en sentido contrario, como el IVA del 19% sobre depósitos en Colombia o el ISC del 1% (actualmente reducido al 0.3%) en Perú sobre cada apuesta en casino y apuestas deportivas.
Este tipo de medidas fiscales desincentiva el juego regulado y empuja a los jugadores hacia ofertas ilegales o extranjeras, reduciendo la base impositiva real y afectando el desarrollo del mercado. Una regulación inteligente no debe centrarse solo en la recaudación, sino en construir un ecosistema sostenible que beneficie a jugadores, operadores y estados por igual.
Mi deseo es que en los próximos 2 a 3 años veamos una mayor armonización entre jurisdicciones, con marcos menos fragmentados, más accesibles y alineados con la realidad operativa de la industria.